El Centro Wiesenthal expresó hoy que seguirá "con cautela e interés" el rumbo iniciado ayer luego de que Chávez se comprometiera en Caracas, ante los líderes del CJM y CJL, a luchar contra el antisemitismo en la región pero remarcó que el gobierno venezolano debería acompañar sus palabras con "hechos concretos"
En este sentido, Sergio Widder, representante del centro para América Latina, destacó en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que el tema del terrorismo, sufrido en Argentina con dos atentados –en 1992, contra la Embajada de Israel y en 1994, contra la sede de AMIA- debería haber aparecido en una reunión sobre antisemitismo.
Asimismo, recordó la "vocación del gobierno de Venezuela de interferir en la investigación del atentado a la AMIA cuando a través de su embajador en Buenos Aires, Roger Capella, sugirió a Luis D´Elia que apoye a Irán. En esa ocasión, el diplomático debió ser retirado por pedido del entonces presidente Néstor Kirchner”.
"Hoy por hoy, siendo Chávez el aliado mas fuerte que tiene Irán en la región, tiene un papel preponderante para desarrollar en términos de poder realizar una cooperación concreta para contribuir con la justicia argentina", manifestó Widder.
La organización judía consideró un "paso en la dirección correcta" a la reunión, pero resaltó que la lucha contra el antisemitismo "debe ir acompañada por hechos concretos", en un comunicado difundido hoy.
"Seguiremos con interés y cautela este nuevo rumbo que parece iniciarse hoy, pero al mismo tiempo creemos que a la par de firmar cualquier acuerdo para erradicar el antisemitismo en América Latina, el gobierno de Chávez tiene que comenzar por investigar los escandalosos ataques contra la comunidad judía en Venezuela y castigar a los responsables", afirmó Widder en el comunicado.
"Nosotros creemos que hay que ir más allá en la retórica y hay que poder investigar hechos de antisemitismo muy graves que han ocurrido en Venezuela", agregó en diálogo con AJN.
El Centro hizo alusión los incidentes antisemitas más destacados que tuvieron lugar en Venezuela bajo el gobierno de Chávez, entre los que contó dos allanamientos a la Sociedad Hebraica de Caracas, con la excusa de que allí se acopiaban armamentos y explosivos y las declaraciones del embajador venezolano en Rusia, que hace tres meses aseguró que en el fallido golpe de estado que pretendió derrocar al presidente en 2002 participaron "numerosos francotiradores del Mossad que eran ciudadanos venezolanos pero judíos".
Además, mencionaron la calidad de "aliado estratégico" de Chávez con el régimen iraní, cuyo presidente, Mahmoud Ahmadinejad, formuló varias veces llamamientos a favor de la destrucción de Israel.
Por último, el Centro valoró "el compromiso" de los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, "quienes han demostrado que su compromiso contra el odio y la intolerancia no es retórico sino concreto".
"Ayudar a que los judíos de Venezuela tengan diálogo con su propio gobierno va más allá de la lucha contra el antisemitismo; se trata de una defensa de los derechos humanos y cívicos más elementales", señaló Shimon Samuels, Director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal.
De la reunión participaron los presidentes del CJM y CJL Ronald Lauder Y Jack Terpins, el embajador argentino en Estados Unidos, Héctor Timerman y el presidente de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV), Abraham Levi.
Por el gobierno venezolano, estuvieron presentes el ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro; el ministro del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia, Héctor Rodríguez; el embajador de Venezuela en Estados Unidos, Bernardo Álvarez; y el director de Relaciones Internacionales del Despacho de la Presidencia, Maximilien Arvelaiz, entre otros funcionarios.
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