En el noveno día del mes de Av, según el calendario hebreo, los judíos recuerdan la destrucción de los dos grandes templos de Jerusalem y también de la ciudad misma.
Además, en esa fecha la generación que había sido liberada de Egipto fue condenada a morir en el desierto sin alcanzar a ver la Tierra de Israel.
En Tisha B’Av se recuerda la destrucción del primero y del segundo Templo ocurridas en el año 586 antes de la era común por Nabucodonosor – Rey de Babilonia – y en el año 70 de la era común por Tito –general romano-.
Continúa la serie de sucesos luctuosos con la caída de Betar –último reducto de Bar Kojba– en el año 120 de esta era.
Un año más tarde Jerusalem fue destruida y en Tisha B’Av se comenzó a edificar en su lugar una ciudadela romana.
El edicto de expulsión de los judíos de España fue dictado también un 9 de Av (año 1492) y lo mismo ocurrió con la expulsión de los judíos de Gran Bretaña.
Por último, la Segunda Guerra Mundial, durante la cual seis millones de judíos fueron asesinados por el régimen nazi, estalló un 9 de Av.
Para recordar la que consideran la peor tragedia espiritual de su historia, cientos de miles de judíos se concentraron desde la mañana en las sinagogas israelíes, mientras que en Jerusalem o hicieron frente al Muro de los Lamentos, el último vestigio del templo y el lugar más sagrado para el judaísmo.
La destrucción de los dos templos de Jerusalén, que según la creencia coincidió en el mismo día del calendario hebreo, supuso el final de la independencia política judía hasta 1948, cuando se creó el moderno Estado de Israel.
Una encuesta publicada hoy y realizada en forma conjunta por el diario Yedihot Aharonot y la asociación Gesher (Puente) arrojó que los israelíes siguen viendo con temor una potencial destrucción de Jerusalem como consecuencia de sus propias divergencias religiosas y políticas.
“En Tisha B´Av, conmemoramos la destrucción de la ciudad de Jerusalem. ¿Cuál es, en su opinión, el mayor peligro para una nueva destrucción de la ciudad?”, se les preguntó a los encuestados.
De la muestra de 500 personas, el 42 por ciento consideró que la partición de Jerusalem entre israelíes y palestinos -según se estipula en las negociaciones de paz- es hoy la principal amenaza a la ciudad santa.
Sólo un 20 por ciento cree que “nada” puede poner en peligro a la Jerusalem, y que es “una ciudad fuerte y floreciente”. El Atentado a la AMIA también se recuerda en el día de hoy, dado que ocurrió un 10 de AV.
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