Al contrario de lo anunciado en un primer momento, el Ejército israelí no llegó a transferir a Cisjordania a los casi dos centenares de miembros de Hilles que entraron anoche en su territorio, sino que ha comenzado a enviarlos de vuelta a la franja donde, según van llegando, son detenidos por la Policía de Hamás.
"Todos los que no estén relacionados con actos que afecten a la seguridad serán inmediatamente puestos en libertad y devueltos a sus familias y sus casas", indicó hoy un portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, tras hacer un llamamiento a los escapados para que regresen.
Según confirmaron fuentes de seguridad israelíes, por el momento son 32 los huidos que han sido devueltos a Gaza.
Hamás, que acusa al clan de esconder a sospechosos de haber cometido tres atentados la pasada semana en Gaza en los que perdieron la vida siete personas, criticó que los Hilles huyeran al Estado judío.
"Los que recurrieron a la ocupación sionista no deberían haberlo hecho. Éste es su hogar. No deberían haberlo abandonado", dijo hoy Abu Zuhri a periodistas.
El portavoz, sin embargo, aseguró que las fuerzas policiales de Hamás están "recibiendo a los que regresan y tratándolos bien" e insistió en que la operación no iba dirigida contra la familia Hilles, sino contra "personas que violaron la ley y utilizaron al clan para que les diese refugio".
Israel ha anunciado que los 188 miembros de Hilles a los que permitió entrar ayer, en su mayoría hombres y unos pocos niños, serán devueltos a Gaza entre hoy y mañana, a excepción de la veintena que permanece ingresada en hospitales israelíes.
"Ayer acogimos a todos los que nos pidieron entrar en Israel porque (el presidente de la Autoridad Nacional Palestina) Mahmud Abás y (el primer ministro palestino) Salam Fayad nos pidieron que les diésemos entrada para transferirlos a Ramala", en Cisjordania, dijeron a Efe fuentes de seguridad en Israel.
Sin embargo, "esta mañana nos pidieron que los devolviésemos a la franja y es lo que estamos haciendo", añadió.
La ciudad de Gaza amaneció hoy tranquila, tras la violenta jornada de ayer en la que las fuerzas de seguridad y milicianos de Hamás intercambiaron fuego y proyectiles de mortero con los hombres del clan Hilles durante casi todo el día.
Los enfrentamientos de ayer fueron los más graves ocurridos en la franja desde que Hamás expulsó a las fuerzas leales a Abás y tomó el poder en junio del 2007.
Dos policías de Hamás, cuatro miembros del clan -uno de ellos un menor de 14 años- y tres personas que aún no han sido identificadas murieron en los combates, que se iniciaron por la mañana en el barrio de Shiyaiyeh, en el este de la ciudad de Gaza.
Casi un centenar, entre ellas doce niños, resultaron heridas y alrededor de cincuenta fueron detenidas.
El barrio permanece hoy clausurado por las fuerzas de seguridad, que están todavía peinando la zona y registrando viviendas, según informó Islam Shahwan, portavoz de la Policía de Gaza.
Las fuerzas de Hamás han confiscado munición y armas en las casas de los Hilles, donde también han encontrado un taller para la fabricación de explosivos.
La Policía ha conseguido además en esta operación "detener a varias personas buscadas a las que la familia Hilles estaba proporcionando escondite", explicó el portavoz.
Entre los detenidos se encuentra Zaki al-Sakani, quien -según Hamás- participó en el atentado de la playa el pasado día 25 de julio, en el que murieron cinco milicianos de Hamás y una niña.
Hamás culpó enseguida a Al Fatah de estar detrás del ataque e inició una ola de detenciones de los seguidores de este partido rival, que fue contestada desde Cisjordania con iguales medidas hacia los partidarios de Hamás.
El movimiento islamista ha arrestado desde entonces a más de dos centenares de militantes y simpatizantes de Al Fatah en Gaza, en tanto que las fuerzas de seguridad leales a Abás han detenido a alrededor de 150 miembros y partidarios de Hamás, según datos de la ONG Human Rights Watch, que denuncia las torturas y abusos a los detenidos por ambas partes.