El jefe Departamental de Policía de Paraná, Carlos Schmunk informó que la información sobre el paradero de Schmukler la recibieron ayer en las primeras horas de la tarde “a raíz de un llamado telefónico que hizo la gente de la Policía de Buenos Aires informando que habían localizado el auto y al joven Schmukler en la zona de la playa”, y agregó que “había tenido un problema con el auto, aparentemente se le quedó varado en la arena; y como tenía pedido de localización inmediatamente se comunicaron con nosotros y desde aquí se informó a la familia que partió en seguida para traerlo de vuelta a Paraná”. Schmunk informó que “el joven se encuentra en buen estado de salud, el vehículo en condiciones mecánicas normales, así que felizmente esto ha terminado bien”.
En relación a la difícil situación por la que pasó la familia del joven, que decantó en críticas a la labor policial, Schmunk explicó que “se hizo todo lo que se tenía que hacer”, y agregó que “inmediatamente que él (por el padre) hizo la exposición en comisaría primera se hicieron todas la diligencias necesarias, incluso se judicializó esa exposición para darle un carácter más importante al caso”.
El jefe de la Policía de Paraná opinó que “lógicamente, si yo estuviera en la situación que estaba el señor, para mí todo lo que hicieran los demás sería poco, hubiera querido que se lo localizara inmediatamente”. En ese sentido evaluó que “es difícil encontrar a una persona cuando no quiere ser encontrada; este chico se fue por su propia voluntad, permaneció fuera por su propia voluntad, estaba en un lugar donde no estaba privado de su libertad ni nada por el estilo”, y agregó que “no había ni hay ningún tipo de constancia que haya tenido algún percance o que haya sido obligado a retirarse; por lo tanto nosotros hicimos todo lo que había que hacer de acuerdo al convenio policial”.
Sobre este último punto señaló que se dio intervención a través de la Secretaría de Seguridad del Interior a Interpol y a todos lo organismos y fuerzas de seguridad del país y de países limítrofes. A la hora de realizar un mea culpa, el jefe evaluó que “tal vez podríamos haber estado más en contacto con el papá para informarle de todo lo que estábamos haciendo, pero no lo creímos conveniente; trabajamos silenciosamente y el resultado está a la vista”.
Problemática compleja Los momentos posteriores a la desaparición de un ser querido, la incertidumbre y la desesperación que eso genera, son circunstancias de transferencia emocional casi imposible de asimilar para los que no están pasando por esa situación. Así, se entiende la ansiedad de los familiares de una persona que es buscada para que desde los organismos estatales se les brinde una solución rápida y feliz.
Así es que hay dos casos a tener en cuenta cuando se está ante esta difícil situación, el primero cuando la persona buscada es menor y el segundo cuando es mayor. Cuando hay un menor involucrado, los padres poseen la facultad que les confiere el Derecho de Familia, a requerir ante las autoridades la localización del menor en cuestión.
En este caso en particular, como el muchacho es mayor pero está bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico los padres pudieron pedir la intervención de las fuerzas de seguridad en su localización. En los casos de solicitud de paradero de menores que se realizan en sede policial, cuando la denuncia o exposición es por desaparición la fuerza tiene un período de 24 horas para iniciar la búsqueda porque se presume que el chico o chica se fue por propia voluntad y así regresará. Generalmente este tipo de situación es encuadrada en la figura de Fuga de Menores. Distinto es el caso de un denuncia por desaparición forzada o secuestro, en la que la fuerza debe intervenir inmediatamente.
Schmunk señaló que “si son menores inmediatamente ponemos al juez en conocimiento de la situación e iniciamos la búsqueda a través de todos los organismos del país porque nunca descartamos ninguna hipótesis” agregó, haciendo la salvedad del caso de Fernanda Aguirre.
Fuente Noticias Parana