Blumenthal está acusada de haber modificado el justificante de la estancia en un hotel de lujo de varios miembros del comité central del Likud a cambio de su voto en las elecciones internas en el seno de la formación que tuvieron lugar el 8 de diciembre. Se trata de la más alta personalidad implicada en este caso desde que estalló hace dos semanas. El chófer de Blumenthal, acusado de haber servido de intermediario, se encuentra en arresto domiciliario, mientras un miembro del comité central del Likud ha sido puesto en detención provisional.
Según los medios de comunicación, los miembros del comité central habrían sido comprados en la designación de candidatos a la diputación, lo que habría permitido a desconocidos encontrarse en buenas posiciones en las listas que el Likud presentará a las elecciones.