Isahi se dirigió al ministro de justicia y le pidió que ordenara al juzgado rever la medida.
"Es una mancha negra contra la identidad judía", dijo el religioso al diario Ha Haretz.
Por su parte el premier, Ehud Olmert, llamó a recordar que el pueblo judío debe permanecer "unido" ya que es "uno" y consideró que " está prohibido que éste dictamen se transforme en una guerra cultural".
En tanto, la canciller Tzipi Livni dijo disentir en muchos aspectos con los partidos ultra ortodoxos, pero tengo un especial interés en cuidar los símbolos y valores que nos hacen un estado judío" y agregó que muy a su pesar desde que los religiosos tomaron el monopolio de los temas judaicos, se han producido "tensiones" que provocaron un "daño" en la sociedad, ya que muchas veces "cuidar la identidad judía", que es un interés de "todos" y no sólo de la ultra ortodoxia.
La semana pasada la jueza Tamar Bar Asher Tzeben del juzgado de asuntos locales de Jerusalem, dictaminó que está permitido vender Hametz durante Pesaj en almacenes, pizzerías y restaurantes, ya que no son lugares "públicos", tal como establece la ley.
Bar Tzeben fijó que tanto las leyes anteriores como estas no prohiben le venta el los productos leudados. De igual manera dijo que ella no se entromete en temas de ley judía.
Eli Isahi anunció que elevará una propuesta para que no se comercialice hametz que uno de las "piedras fundamentales" de la identidad judía.
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