La canciller alemana, Angela Merkel, busca abrir un "nuevo capítulo" en las relaciones con Israel, durante la visita que inició a este país con motivo del sexagésimo aniversario de su fundación.
"Estoy agradecida de que podamos abrir un nuevo capítulo en las relaciones entre nuestros dos países", afirmó Merkel, al comenzar su gira de tres días, que tendrá como punto culminante un discurso el martes, en alemán, ante el Parlamento israelí (Knésset).
En esa intervención, criticada ya por algunos supervivientes del Holocausto nazi y sus descendientes por ser la primera de un mandatario alemán en el Parlamento israelí, la canciller destacará "el compromiso de su país con la seguridad y existencia de Israel".
Merkel |
Acompañada de siete ministros y una amplia delegación que tratará de relanzar las relaciones en campos como la economía o la cultura, temas jurídicos y políticos, Merkel fue recibida en el aeropuerto por el primer ministro israelí, Ehud Olmert, quien le agradeció públicamente su "extraordinaria amistad" y su "profundo conocimiento de las necesidades de seguridad de Israel".
Además, alabó su "coraje en la batalla contra el terrorismo y las ambiciones nucleares de Irán". Esta visita de Merkel, que estuvo en Israel hace menos de un año, es calificada de "histórica" por parte de los dos gobiernos, al coincidir con el sexagésimo aniversario de su creación, según la Resolución de Partición de Palestina del 29 de noviembre de 1947.
La canciller germana recordó hoy el cumplimiento parcial de esa resolución, al ofrecer la ayuda de su Gobierno en la concreción de la visión "de dos Estados para dos pueblos", uno para los judíos y otro para los palestinos, como solución a los problemas de seguridad de Israel. Aún así, no mantendrá en esta ocasión encuentros con líderes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), sino que se dedicará exclusivamente al lado israelí.
En unos meses volverá a la zona para una visita paralela a Ramala, informaron fuentes del consulado alemán. "Abordaremos las responsabilidad histórica de Alemania (hacia los judíos), así como futuros proyectos para hacer de este mundo un lugar mejor", señaló Merkel sobre sus intenciones en esta gira.
Estas declaraciones intentan disipar los sentimientos adversos que aún provoca la presencia de líderes alemanes en Israel, donde hay más de 250.000 supervivientes de la "Shoah", el genocidio de seis millones de judíos a manos de los nazis en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Para muchos de ellos o sus descendientes, oír alemán en el Knésset es superior a sus fuerzas, por el gran contenido emocional que conlleva.
Merkel y Olmert |
Tras su llegada al aeropuerto de Tel Aviv, Merkel se desplazó al kibutz de Sde Boker, en el desierto del Negev, donde rindió homenaje al padre fundador de Israel, David Ben Gurión, ante cuya tumba depositó una corona de flores. El presidente israelí, Simón Peres, quien se sumó a ese homenaje, subrayó que las conversaciones que los dos gobiernos celebrarán durante esta visita "son uno de los eventos históricos más importantes en los sesenta años de existencia de Israel".
Tras el Holocausto, Israel y Alemania establecieron relaciones diplomáticas a mediados de la década de los cincuenta, después de que la República Federal Alemana accediera a compensar al pueblo judío dentro y fuera de Israel. El acuerdo causó una terrible tormenta política y social en Israel, donde una parte de la población vio la decisión de Ben Gurión de aceptar el dinero alemán como un "soborno" por parte de los "verdugos".
Estudios posteriores aseguran que una de las razones por las que el fundador de Israel aceptó las millonarias compensaciones fue porque el entonces recién nacido Estado judío las necesitaba para desarrollarse y poder dar cobijo a los supervivientes del Holocausto y de varios países árabes donde estaban siendo perseguidos, por ejemplo Irak. Desde entonces, algunos expertos describen a Alemania como el "aliado natural" de Israel y lo sitúan al mismo nivel que Estados Unidos.