El Comité Judío Americano (AJC según su sigla en inglés) envió una carta a la canciller de Suiza, Micheline Calmy-Rey, en la que criticó a ese país por haber votado a favor de una resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU que condenó a Israel por la violencia en Gaza.
Las autoridades del Comité, por medio de un comunicado, acusaron a Suiza de “unirse con países que no respetan los derechos humanos” y calificó la posición adoptada de “perjudicial” para los “esfuerzos tendientes a rectificar la situación en el Consejo de Derechos Humanos, y lo que es aún más importante, para promover la paz en Medio Oriente”.
El director del AJC, David Harris, y el presidente, Richard Siderman, firmaron la carta y consideraron que “terriblemente” la resolución no menciona “el ataque terrorista perpetrado la semana pasada por un palestino contra un seminario judío en Jerusalem, en el que murieron ocho estudiantes, aunque este crimen atroz fue cometido el mismo día en que el Consejo de Derechos Humanos aprobó su resolución”.
La decisión, que criticó a Israel por ejercer “castigos colectivos” y omitió hacer mención de las actividades terroristas y los ataques de Hamas contra el sur de Israel, fue adoptada el jueves por 33 votos contra 1 y 16 abstenciones.
Canadá fue el único en dar un voto en contra, en tanto que todos los países occidentales se abstuvieron de votar con excepción de Suiza.
Según el AJC, “existen versiones que indican que la delegación suiza ejerció presiones sobre la Unión Europea y otros países para que éstos apoyen el documento patrocinado por los países árabes, a cambio de pequeñas modificaciones”.
En declaraciones a la prensa israelí, Harris sostuvo: “Quizá, si Suiza tuviera a Hamas en su frontera, tendría una perspectiva diferente”.
En tanto, durante una visita a Israel Harris instó al gobierno a reconsiderar la postura de no participar en la próxima conferencia de la ONU contra el racismo, tal como anunció hace dos semanas la canciller, Tzipi Livni.
Israel considera que, dado que la reunión será organizada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, actualmente presidido por Libia, y con Cuba como vicepresidente, y que las dos reuniones preparatorias están previstas para Pesaj y Yom Kippur, existen pocas garantías de será diferente de la realizada en 2001, cuando se emitieron fuertes declaraciones antisemitas y anti-israelíes.
Según Harris, es necesario enfocarse en la “diplomacia, especialmente hacia los países de la Unión Europea y otros influenciados por ellos”, porque los países del Consejo de Derechos Humanos de la ONU “necesitan de la legitimación” de los países europeos.
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