‘Si no se detiene económicamente el desarrollo de la bomba, las opciones no militares se agotarán’, advirtió Peres en una entrevista que publica hoy el diario ‘Le Figaro’ y en la que expresó preferir parar ese desarrollo ‘sin tener que recurrir a la guerra’.
Insistió en que ‘las sanciones económicas han probado su eficacia en el pasado’, y puso los ejemplos de Libia, Sudáfrica, Corea del Norte, países que ‘renunciaron a sus ambiciones nucleares sin la guerra’.
Preguntado por si Israel actuaría solo contra Irán si el resto del mundo no mostrara suficiente firmeza, respondió que ‘en ninguna circunstancia’ porque ‘no somos tan imprudentes para concentrar el peligro iraní sobre Israel’ y además ‘es un problema que el resto del mundo debe resolver’.
Peres calificó de ‘acto bárbaro’ el atentado de Jerusalén del pasado jueves, e insistió en que su país ‘está determinado a defenderse y seguirá la persecución hasta que todos los terroristas paguen el precio de sus actos’.
Justificó la reciente intervención militar en Gaza señalando que para evitar los ataques con cohetes de los milicianos palestinos desde la franja contra Israel aunque ‘no hay solución militar, no existe una solución sin la acción militar’.
Así denunció que ‘los terroristas no dudan’ a enviar ‘a niños y mujeres a primera línea con conocimiento de causa’ y frente a eso ‘no tenemos alternativa’.
En cuanto a la posibilidad de negociar con los islamistas de Hamás, que controlan Gaza, declaró que, ‘si negociamos con Hamás, mataremos a la Autoridad (Nacional) Palestina’, y además ‘no quieren ni la independencia ni la paz’.
Peres dio a entender que no se inmiscuirán en las elecciones presidenciales palestinas de enero de 2009 para impedir la participación de Hamás, aunque advirtió: ‘les damos la posibilidad de ser un único pueblo, de construir un gobierno eficaz. Les incitamos a construir un solo ejército creíble porque desde nuestro punto de vista sus divisiones reducen el valor de nuestra alianza’.
Preguntado sobre qué parte de Cisjordania estarían dispuestos a ceder a los palestinos, respondió que ahora ‘nuestras posiciones no están tan alejadas de las de los palestinos. Hay una diferencia de entre el 3 y el 5%. Con buena atmósfera, se puede llegar a una solución’.
De Jerusalén, subrayó que debe seguir unificada e hizo hincapié en ‘la paradoja es que la convivencia va bien’ aunque ‘la dificultad es traducir esta coexistencia en un papel’.
El presidente israelí descartó constituir un solo país con árabes e israelíes porque lo que se quiere así es ‘convertir a Israel en un país árabe’.
Peres, que el próximo lunes inicia una visita de Estado a Francia, indicó que el motivo de este desplazamiento es dar las gracias, y en particular porque gracias a las autoridades francesas ‘pudimos adquirir las armas para defender nuestras vidas’, en una alusión indirecta a la bomba atómica.
A una pregunta sobre el programa nuclear, el presidente israelí, en una fórmula diplomática corrientemente utilizada por los responsables de su país, se limitó a contestar que ‘la sospecha de que tenemos el arma atómica es un componente esencial de nuestra disuasión’.