Los islamistas de Hamás que controlan el territorio costero declararon la "victoria" y prometieron continuar disparando cohetes hacia el territorio de Israel.
Pero el Gobierno israelí declaró que había alcanzado sus objetivos de impedir los ataques, que han interrumpido la vida cotidiana en las ciudades de la frontera.
Al amanecer, cuando los residentes de Gaza salían de sus hogares tras permanecer confinados en ellos durante días por los duros combates, un portavoz del brazo armado de Hamás dijo que el grupo continuaría disparando cohetes hacia Israel. "El enemigo ha sido derrotado", declaró el portavoz.
El dirigente de Hamás Sami Abu Zuhri declaró que "Gaza será siempre una tumba para las fuerzas de la ocupación".
En vísperas de la visita de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, Israel estaba siendo presionado por su principal aliado para detener la violencia, después de que el presidente palestino, Mahmud Abas, suspendiera las conversaciones de paz patrocinadas por Washington en protesta por el baño de sangre en Gaza.
Durante la noche hubo varias incursiones aéreas en las que murieron otros tres milicianos, según detallaron médicos y miembros de Hamás. El ejército israelí dijo que los blancos habían sido talleres involucrados en la fabricación de cohetes.
Un portavoz del Gobierno israelí dijo después de que las tropas se retiraran del campo de batalla: "Continuaremos con nuestra acción defensiva contra aquellos que disparan cohetes letales a nuestros civiles".
Dirigentes de Hamás dijeron que habían encontrado cuatro cadáveres en zonas del norte de la Franja de Gaza tras la retirada israelí, lo que eleva la cifra de víctimas mortales palestinas desde el miércoles a 112.
Fuentes médicas y de Hamás han dicho que alrededor de la mitad de esa cifra eran civiles, incluidas mujeres y niños.
/Por Nidal al-Mughrabi/. *.