Barak Obama, precandidato presidencial por el Partido Demócrata, destacó su apoyo “incondicional” hacia Israel y sus lazos con la comunidad judía de Estados Unidos durante el debate en el que se enfrentó con su rival en las elecciones primarias, Hillary Clinton.
Obama sostuvo que siempre fue un “amigo incondicional de Israel”, motivo por el que “muchos” de sus “seguidores provienen de la comunidad judía”.
Además, señaló que Israel es “uno” de los “aliados más importantes” de Estados Unidos en Medio Oriente “y su seguridad es sacrosanta”.
Por otra parte, Obama intentó distanciarse del ministro Louis Farrakhan, el polémico líder musulmán afro-americano quien en su momento realizó declaraciones antisemitas, y que dio su apoyo a la candidatura del senador por Illinois.
“Fui muy claro en denunciar los comentarios antisemitas del ministro Farrakhan”, dijo Obama, y los calificó de “inaceptables y censurables”.
“Yo no busqué su apoyo”, aseguró durante el debate previo a las elecciones primarias que se realizarán el 4 de marzo en los estados de Ohio y Texas.
Sobre este tema, Hillary Clinton intervino para señalar que los comentarios de Obama fueron débiles y que debería “rechazar”, y no sólo “denunciar”, los dichos de Farrakhan.
Obama respondió: “Si la senadora Clinton considera que la palabra ‘rechazar’ es más fuerte que ‘denunciar’, con gusto le concedo la razón. Rechazo y denuncio” las palabras de Farrakhan.
Finalmente, el senador por Illinois reiteró que no podría postularse a la presidencia sin la lucha que emprendieron los judíos por la igualdad de derechos de los afro-americanos en los Estados Unidos.
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