El Holocausto judío “es un tema demasiado sagrado para manosearlo” como lo hace el proyecto educativo impulsado por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que obliga a que cada alumno de la escuela primaria investiga la vida de uno de los 11.400 niños trasladados a campos de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), David Galante, sobreviviente de Auschwitz, cuestionó la iniciativa del mandatario francés y la calificó de “exagerada” como modo de analizar el genocidio judío en las escuelas.
También Yossi Goldstein, doctor en Judaísmo Contémporáneo, fue crítico con Sarkozy. En una entrevista con esta agencia, opinó que el presidente francés “desconoce la pedagogía de la Shoá”.
La medida impulsada por el presidente galo, que también provocó repercusiones en su país, establece que cada alumno que curse el último ciclo de la escuela primaria deberá “apadrinar” e investigar la vida de uno de los 11.400 niños franceses asesinados por el régimen de Adolf Hitler.
Jack Fuchs, otro sobreviviente del Holocausto, expresó que el contenido del proyecto demuestra que el gobierno francés “no está tan preocupado” por el tema.
Por su parte, Batia Nemirovsky, directora del Consejo Central de Educación Judía de Argentina (Vaad Hajinuj Hakehilatí), reconoció a AJN que “muchas personas creen que Sarkozy sólo quiere incorporar el tema públicamente”, pero aclaró que la Shoá puede empezar a trabajarse con niños de 12 o 13 años, si el docente “está capacitado para hacerlo”.
“Muchos alumnos de séptimo grado en Argentina leen ‘El diario de Anna Frank’ en clase", agregó.
Fuchs remarcó que lo que se debe analizar en las escuelas es cómo fue posible el genocidio en el que fueron asesinados más seis millones de judíos: “Hay que enseñar quiénes votaron, impulsaron y apoyaron al nazismo”, sostuvo.
Judith Iumal, la directora de Bamá, el Departamento de Educadores Judíos en Argentina, resaltó el debate público que provocó el tema.
“Más allá de estar de acuerdo o no, lo destacable es que eligió el Holocausto y el nuevo proyecto como recurso de pensamiento político”, opinó.
Para Goldstein, en tanto, Sarkozy “no involucró los factores correctos” para tomar la decisión y recordó que la Shoá “es motor de agenda política en todo el mundo”.
“De hecho, para la comunidad judía francesa, que lo votó, es un tema en su agenda”, reflexionó.
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