El Gobierno israelí no aprobará el establecimiento de nuevas colonias judías en Cisjordania, pero seguirá construyendo en las existentes pese al diálogo de paz con los palestinos, precisó su primer ministro, Ehud Olmert.
‘Jerusalén ocupa un lugar especial y la realidad sobre el terreno de sus áreas judías cambiará en los próximos años’, dijo Olmert en un encuentro con presidentes de las principales organizaciones judías estadounidenses, pública hoy el diario ‘Haaretz’.
Olmert explicó que el ‘importante y sensible’ tema de Jerusalén será el último en su agenda de discusiones con el presidente palestino, Mahmud Abás, con quien se reunirá de nuevo mañana.
‘No iniciaremos negociaciones sobre este tema sensible que puedan resultar en un fracaso del diálogo’, justificó.
El partido ultra-ortodoxo Shas ha subrayado en diversas ocasiones que dejará en minoría la coalición gubernamental si Olmert aborda con Abás el tema de Jerusalén, en cuya parte oriental los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro Estado.
El jefe del Ejecutivo recurrió a su etapa como alcalde de la ciudad para subrayar la importancia que concede a la ciudad, que el Parlamento israelí decretó en 1981 ‘capital única e indivisible’ del pueblo y el Estado judío.
‘Ni uno solo de mis críticos construyó más que yo en Jerusalén ni contribuyó más a su desarrollo’, apuntó.
Pese a las escollos, Olmert manifestó su esperanza de poder cerrar en 2008 un acuerdo negociado sobre ‘los principios básicos’ del conflicto, como se comprometió con Abás en la conferencia de paz de Annapolis (EEUU) del pasado noviembre.
En cuanto a la situación en Gaza, Olmert recordó que el Ejército tiene las ‘manos libres’ para atacar a los milicianos de la franja, que diariamente lanzan cohetes artesanales contra las poblaciones israelíes vecinas.
‘Alcanzaremos a todos y cada uno involucrado en perpetrar ataques terroristas contra israelíes y no dudaremos en atacarles para detenerles. Esto es aplicable a todos y, ante todo, a Hamás’, advirtió.