El ministro argentino de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, instruyó a los organismos de seguridad nacionales para que redoblen la atención frente a las amenazas que distintas organizaciones fundamentalistas han lanzado contra objetivos judíos en los últimos días. El pedido fue realizado por autoridades de la DAIA tras la tensión generada por el asesinato del libanés Imad Moughnieh, uno de los principales acusados en las causas AMIA y Embajada de Israel. El vicepresidente de la DAIA, Ángel Schindel, había asegurado en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) que están "trabajando en las medidas" porque no pueden "dejar pasar una amenaza como esa". Por su parte, el secretario general de AMIA, Edgardo Gorenberg, remarcó que "la seguridad pública, la tranquilidad de los ciudadanos argentinos y el cuidado de las fronteras es resorte exclusivo y principio básico a defender que le concierne al gobierno nacional. Esa seguridad es para todos, porque recordemos que al terrorismo se lo llama terrorismo no sólo por lo que es sino porque aparte es indiscriminado". Hezbollah, que culpa a Israel por el asesinato de Moughnieh, cometido este martes en Siria, amenazó con tomar represalias en cualquier lugar del mundo. El libanés Moughnieh estaba involucrado en los atentados perpetrados en Argentina en 1992 y 1994 y tenía pedido de captura internacional librado por la justicia de este país. HA-LM-HDB
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