Los judíos ultraortodoxos han declarado la guerra al asesor legal del Gobierno de Israel, Menahem Mazuz, tras su decisión de autorizar las adopciones a parejas homosexuales, en lo que constituye un hito en la historia jurídica del país. La Biblia considera la homosexualidad como una "abominación", y en un país como Israel, donde todos los aspectos de la vida familiar están bajo monopolio de los religiosos, cualquier cambio en la legislación representa un auténtico terremoto político y social. E.L. Benarroch/Efe Jerusalén "Ultrajante" y "nauseabunda" fueron los términos que empleó el lunes el rabino Eli Yishai, líder del partido ultra ortodoxo Shas, para describir la decisión, aplicada hasta ahora en menos de una decena de países, entre ellos Canadá, Holanda y algunos estados de Estados Unidos. El religioso, ministro de Industria y Comercio, insistió en que "esto es un atropello, una erosión de la unidad familiar". Mazuz decidió el domingo que, a efectos de adopción, a partir de ahora habrá de interpretarse el término de "cónyuges" en su acepción más amplia en una pareja, para incluir a las del mismo sexo. Se trata de una decisión histórica que responde a una petición de la asociación Nueva Familia para que el Ministerio del Interior reconozca la adopción de un niño por dos padres homosexuales, en un caso que permanece pendiente de resolución desde el 2002. “No se necesitan guerras para todo” La abogada Irit Rozenblum, fundadora de la asociación, declaró a Efe que tras una audiencia preliminar el caso quedó estancado en la burocracia judicial, por lo que hace un mes pidió a Mazuz que diera una nueva interpretación a la ley y eludir con ello la espera. "No se necesitan guerras para todo, el tribunal no se opondrá al recurso si hay acuerdo (con el Estado)", matizó. Al equiparar el estatus de los cónyuges homosexuales a los de los heterosexuales, Mazuz abre la puerta a que aquellos puedan solicitar conjuntamente la adopción de menores, cosa que hasta ahora sólo podía hacer uno de ellos de forma individual. También podrían adoptar, en el caso de lesbianas, al hijo biológico de su pareja. En Israel viven 18.000 parejas de homosexuales y lesbianas, de las que 2.000 educan conjuntamente hijos naturales de uno de los cónyuges. Las adopciones como parejas estaban fuera de su alcance hasta la nueva decisión, que ha levantado ampollas entre los ultraortodoxos. "Las familias de un solo sexo no son familias normales. Un niño necesita un padre y una madre para su educación. No hay razón para dar un pobre niño a unos padres así", sostuvo el líder del partido Judaísmo Unido de la Biblia, Abraham Ravitz. "Los ortodoxos están que se salen de sus casillas, y aún pueden tratar de pasar una ley en el Parlamento que anule la decisión (de Mazuz)", explicó Rozenblum. En los años noventa, cuando el Tribunal Supremo autorizó la libre venta de la carne de cerdo en Israel -prohibida en la cocina judía-, el partido Shas consiguió introducir una ley en el Parlamento que prohibiese su importación, eludiendo así la autoridad de los jueces. Ahora aseguran que la guerra sólo ha comenzado, si bien la abogada se muestra optimista porque cualquier iniciativa para legislar en contra del Tribunal Supremo "no es fácil de sacar adelante y requiere mucho tiempo", con lo que la letrada dio a entender que entretanto serán admitidas las solicitudes de adopción.
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