Cientos de habitantes de la ciudad de Sderot cortaron este lunes el tránsito de una de las principales autopistas del área metropolitana de Tel Aviv para protestar ante lo que consideran una inacción del Gobierno frente al continuo lanzamiento de cohetes del que son víctimas de parte de la organización Hamas. Los manifestantes bloquearon la autopista Ayalon, cerca del centro de Azrieli y la estación de trenes Hashalom, en Tel Aviv, y paralizaron completamente el tránsito que se dirige hacia el norte hasta que la policía los obligó a retirarse. La protesta incluyó un vehículo con altoparlantes en los que sonaba la alarma que se utiliza para advertir a los residentes de la región del Negev sobre la caída de cohetes. “Queremos hacer llegar a (el primer ministro) Ehud Olmert el mensaje de que los residentes de Tel Aviv también creen que los de Sderot tienen derecho a vivir en paz, como cualquier otro ciudadano israelí”, expresó uno de los organizadores. La movilización fue la segunda que los habitantes realizan luego de que el viernes fueron blanco de un nuevo ataque con misiles del movimiento palestinos. Como consecuencia, un niño de 8 años, Osher Toito, sufrió graves heridas y los médicos debieron amputarle una pierna. Los amigos del chico expresaron su temor por lo que está pasando y hasta alguno de ellos se animó a gritar: “Olmert, renunciá”. Un tercio de los alumnos de la escuela "shikmim maoz" de Sderot, en la que estudia Osher Toito, faltó hoy a clase, informó el diario Yediot Aharonot. En el grado del pequeño herido, su maestra trató que disminuyeran el miedo con canciones, Yudit Sabaj, la docente, contó que sus amigos están "tristes" y que a pesar que saben lo que le ocurrió lo esperan para jugar al fútbol en los recreos. Los más chicos dibujaron y hablaron del miedo, y los más grandes pidieron la renuncia de Olmert. Liz de cuarto grado dijo sentir un miedo muy grande, algo que nunca le pasó y dibujó el lugar de la caída del proyectil. Otra de las niñas, Shir, escribió que odia los Kassam y dibujó a los dos hermanos heridos. Por su parte, Shlomit, también de cuarto grado, manifestó que cuando vio en la televisión que era un chico de su colegio fue como si le hubieran "disparado en la cara"• Las clases comenzaron con los docentes tratando de controlar el pánico existente, aunque para ellos también es difícil, así lo expresó Yael Ben Iaesh que expresó: "Dejo todos mis sentimientos de lado, tengo temor y me pongo a pensar cuando un misil explote, pero tengo que estar fuerte por ellos". AD-PB-GT
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