Inicio NOTICIAS Del Río de la Plata al Neguev

Del Río de la Plata al Neguev

Por
0 Comentarios

Hernán Aisenberg (desierto del Neguev, especial para la Agencia Judía de Noticas). "Ariel Sharon nos traicionó". Ese es el sentimiento de Pablo, que nació en Uruguay y se muestra compungido cuando recuerda su salida de Netzarim, la colonia judía ubicada en la Franja de Gaza que fue desalojada por orden del ex primer ministro israelí en 2005.
Lito, en tanto, asegura que Sharon, en estado de coma desde hace dos años, cometió un grave error. "No por devolver las tierras que no nos pertenecían, sino por no esperar nada a cambio de eso", explica este argentino radicado en Israel hace más de 30 años.
"Esas tierras no nos corresponden, no son nuestras, pero como alguien puede ser tan terco de pensar que llegaría a la paz entregándolas a personas que no quieren dialogar", agrega Lito, un argentino que debió exiliarse debido a la persecución llevada a cabo por la dictadura militar, con decenas de miles de muertos y desaparecidos en siete años de terror.
Los dos dejaron sus casas cercanas al Río de la Plata para continuar con sus vidas en Israel, pero los motivos fueron muy diferentes.
"Sentí que Uruguay no era mi lugar, no estaba cómodo y encontré mi casa en Netzarim" asegura Pablo. Por el contrario, Lito cuenta: "Yo no elegí irme de Argentina, tuve que hacerlo. Pero sí elegí este kibutz en Israel como destino y hoy ya formé mi familia y mi casa, y no quiero volver."
Los dos tienen críticas para Sharon, pero en la cara de Pablo se nota que volvería a votarlo si pudiera y que siente dolor por la crítica situación que vive el ex premier. "Toda mi vida vote al Likud y Sharon era un gran candidato, nunca pensé que él nos haría esto".
A pesar de sus diferencias, los dos coinciden en que el actual gobierno no se ocupa mucho de ellos. "Rearmé mi vida en el Neguev sin ayuda de nadie", dice Pablo, quien cuando tuvo que irse de su casa eligió el desierto del sur del Estado para reconstruir el presente.
"Nosotros somos los que todos los días sufrimos los (misiles) Kassam en nuestras casas, pero en Tel Aviv viven tranquilos el día a día", expresa Lito con el temor a cuestas.
Pablo está convencido de que la Franja de Gaza es un territorio que le pertenece a Israel, que él había formado su casa, su familia y su trabajo en aquel lugar y que la paz no llegará devolviendo tierras.
Por el contrario, Lito que es miembro del movimiento Paz Ahora, opina: "Esas tierras no eran nuestras, no teníamos por que tenerla. Ahora bien, deberíamos haberla entregado a cambio de una promesa de negociación de paz"
Pablo recuerda su experiencia en la colonia, donde realizaba tareas agrícolas y también tenía tiempo para desempeñarse como jefe de la Seguridad de Netzarim. "El Ejército no podía ayudarnos por no estar dentro del Estado de Israel, por eso nos teníamos que organizar como podíamos", reflexiona, y agrega: "Necesitábamos custodia hasta para llevar a nuestros hijos a la escuela, pero estábamos acostumbrados. Era nuestra forma de vida".
"La salida de Gaza fue muy dolorosa. Teníamos que rearmar nuestras vidas. Cada colono se fue para donde pudo. Por suerte nosotros, en Netzarim éramos muy unidos y sólo nos dividimos en dos lugares. La mitad fue a otras colonias en Cisjordania y la mitad preferimos quedarnos en el Neguev", afirma Pablo, y su rostro cambia un poco.
Lito también se explaya sobre el futuro del conflicto. "El problema es que en esta frontera no hay con quién hablar. No es lo mismo el gobierno de Cisjordania que el de Gaza". Y analiza que el crecimiento de la organización Hamas en la zona no fue casual. "La democracia en la región la hizo grande. No se puede declarar democracia y anular un partido, eso no sería democrático".
"De igual modo -considera Lito- no descartó la búsqueda constante de interlocutores, yo no me doy por vencido".
Lo dijo a pocos kilómetros de su casa en un kibutz al que AJN pudo llegar por ser declarado un "lugar inseguro para turistas".

HA-GT

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más