Tres personas murieron y 15 sufrieron heridas en un atentado suicida perpetrado esta mañana en un centro comercial de la ciudad de Dimona, en el sur de Israel.
El hecho fue reivindicado por el brazo armado de Al Fatah, las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, y perpetrado un día después de que las autoridades de seguridad israelíes advirtieron que "cantidades masivas" de armas y terroristas habían ingresado a la región por la frontera de Egipto.
Una mujer que transitaba por la zona falleció como consecuencia de la detonación, en tanto las restantes víctimas fatales fueron terroristas: uno se inmoló y otro fue baleado por un policía cuando intentó accionar la carga explosiva que llevaba.
“El atentado fue llevado a cabo por terroristas despreciables que quieren asesinar mujeres y niños inocentes”, expresó el presidente israelí Shimon Peres en un comunicado difundido pocas horas después del hecho.
El atentado se produjo a las 10.30 de Israel en una zona que debió ser evacuada ante el riesgo de que pudiera producirse un segundo ataque; los heridos, uno de ellos en estado crítico, fueron llevados al hospital Soroka en la localidad de Beer Sheva.
En las últimas semanas Israel había incrementado las medidas de seguridad en su frontera con Egipto para prevenir que militantes palestinos se infiltren en el país desde Gaza.
En una conferencia de prensa realizada allí, activistas del brazo militar de Al Fatah y el Frente Popular Islámico confirmaron que los dos “terroristas suicidas salieron de la Franja hacia la región del Sinaí y entraron a Israel por Egipto”.
Según un vocero de los Mártires, el atentado “se venía proyectando hace un mes pero sólo fue posible por la ruptura de la frontera” entre Gaza y Egipto, ocurrida el 23 de enero.
Voceros de la seguridad israelí, según citaron algunos portales informativos, dijeron que los terroristas recibieron ayuda desde dentro del Estado.
En tanto, fuentes de la organización islámica Hamas citadas por la prensa israelí expresaron su beneplácito por el ataque al decir que se trata de una demostración de que "los palestinos pueden responder a los enemigos y sus crímenes".
Inclusive, en la frontera de Gaza se realizaron disparos al aire en señal de festejo y se entregaron caramelos y regalos a los niños.
Una veintena de ambulancias llegaron al lugar para auxiliar a las víctimas. "Nunca vi algo así en la ciudad", dijo una mujer que fue testigo del hecho.
Otros testimonios expresaron que el segundo terrorista que participó en el hecho fue afectado por la explosión, por lo que retrasó el accionar de la carga que llevaba consigo. En ese momento llegó al lugar un policía y lo baleó.
El director del hospital, Miki Sharaf, dijo que debió suspender las intervenciones programadas para atender a los heridos por el atentado. Uno de ellos fue operado rápidamente y se encuentra en gravísimo estado; otros dos están estables, mientras que el resto padeció dolencias leves.
El de hoy se trató del primer atentado perpetrado en Dimona y también la mayor acción terrorista palestina desde que se retomó el diálogo en busca de la paz en Medio Oriente.
Al respecto, el presidente Peres aseguró que el hecho pone en riesgo la continuidad del proceso de negociación, mientras que su par de la Autoridad Palestina y líder del partido Al Fatah, Mahmoud Abbas, condenó el ataque.
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