JConathan Erlich, hincha de Boca, nació en Belgrano hace 30 años pero es israelí. Andy Ram – misma nacionalidad, 27 años-, creció en Pocitos (Montevideo, Uruguay) y es fana de Peñarol. Más socios que nunca, este sábado de Melbourne vivieron muchas emociones juntas: vencieron 7-5 y 7-6 (7-4) a los franceses Clement-Llodra y ganaron el dobles masculino del Abierto, dieron una vuelta olímpica a cococho por el Rod Laver Arena, se alzaron con 400 mil dólares de premio, hicieron flamear orgullosos la bandera de Israel y se tomaron un buen champán y unas cuantas cervezas. Pero si alguna emoción les faltaba era reencontrarse con un viejo amor…
"Mirá, boludo, un mate", le dijo el uruguayo Ram al argentino Er lich. Era el mate de Clarín y Erlich no se animó a prepararlo: "Desde los 7 años que no tomo uno…" Pero Ram agarró la yerba, la volcó algo desprolijo y colocó la bombilla: "Tomé ahora, en las vacaciones, en Punta del Este, Montevideo y Buenos Aires".
Eso sí, ninguno de los dos quiso tomar. "Nos están mirando los de la ATP, a ver si nos da positivo el dóping", rieron. Es que Jonathan y Andy no paraban de reír. Un poco por el festejo con alcohol; otro poco por lo histórico de este día.
-Juegan Copa Davis para Israel y aman su bandera. Pero al haber nacido allá, ¿creen que este premio tiene algo de Sudamérica?
Erlich -Claro. No te digo un 50, pero sí un 20 o un 30 por ciento sudamericano es este título.
Ram-Siempre decimos que llevamos en el corazón a los países donde nacimos. Jonathan se fue a Israel al año de nacer, pero yo viví hasta los 5. Me siento muy, muy uruguayo…
Se definen como "hermanos", aunque Ram, el más verborrágico, señala en broma que "es difícil jugar y llevarse bien con un argentino". Y explica que Erlich es el que le pone freno a su locura: "Somos un team y ganamos y perdemos juntos, pero Jonathan es el que me pone en forma cuando yo me descontrolo".
Juegan juntos desde hace 12 años y entre ellos hablan en hebreo, pero a veces se les escapa algún insulto rioplatense aprendido de chicos. Ram había ganado dobles mixtos en Wimbledon 06 y en Roland Garros 07, y aquí llegó a la semifinal con la francesa Dechy. Cuentan que el secreto de este título es "haber jugado concentrado desde el primer hasta el último punto del torneo".
Se llevan bien con los Nalbandian, Chela y compañía, y cuando pueden, viajan a Buenos Aires y/o Montevideo. Y, obvio, defienden a ultranza a Israel: "Nos sentimos como embajadores de Israel. Es un gran país, con muy buena gente y tratamos de mostrar cosas diferentes de allá. Acá un chofer no me creía que en Isreal vamos a la playa. Pero ¿cómo? Si ustedes están siempre en conflicto, nos decía".
Cuentan que recibieron ya decenas de felicitaciones desde el Río de la Plata. Y que les gustaría jugar algún día en Dubai, aunque saben que es difícil que el jeque de un estado islámico les dé la visa. Quieren ver primero cómo le va a su compatriota Shahar Peer en el torneo de Doha.
-¿Les daría miedo ir?
-El miedo no es ir, el miedo es que no podamos volver…