Después de haberse mostrado cauto con la diplomacia en Oriente Medio, Bush realizará su primera visita a Israel y Cisjordania en un intento por mejorar las frágiles negociaciones destinadas a forjar un acuerdo de paz para finales de este año.
Las posibilidades de un acuerdo antes de que Bush abandone la Casa Blanca en enero próximo parecen escasas, y no se esperan avances durante los tres días de negociaciones que se desarrollarán después de una conferencia de paz realizada en noviembre en Annapolis, Maryland.
Pero en Israel y en los países árabes que Bush visitará en su gira de una semana, Irán y su creciente influencia regional también ocuparán buena parte de la agenda.
Bush espera reclutar respaldo árabe para ayudar a contener a Irán, una meta resaltada por la confrontación entre embarcaciones estadounidenses e iraníes en el Estrecho de Ormuz durante el fin de semana.
En la primera parte de su viaje, Bush se entrevistará con israelíes y palestinos para lograr progresos en las negociaciones de paz, que se han visto ensombrecidas por críticas desde que sus líderes se comprometieron en Annapolis a intentar un acuerdo para la creación de un estado palestino a fines de este año.
«Lo que tiene que pasar allí para lograr un acuerdo de paz en una larga disputa es que haya claras definiciones en (la negociación de creación) de un estado», dijo Bush. «De modo que en algún momento, los palestinos que acordaron que Israel debe existir y acordaron el estado deben vivir lado a lado con Israel en paz»
Sin embargo, aún existen dudas sobre si el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Mahmud Abas, que se reunieron el martes en Jerusalén y acordaron negociar los asuntos esenciales de estado, tienen suficiente influencia política para implementar un acuerdo de paz.