Las declaraciones de Livni a principios de esta semana ensombrecieron ayer la visita del ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, a El Cairo, donde se entrevistó con Mubarak y altos responsables de la defensa.
‘Es muy fácil sentarse en una oficina en Jerusalén y evaluar nuestro trabajo sobre el terreno’, afirma Mubarak en una entrevista concedida al diario israelí ‘Yediot Ahronot’, añadiendo que con ello ‘mancilla la atmósfera’. ‘Las relaciones con Israel son muy importantes para mí, no las arruinéis’, agregó.
Israel acusa a Hamás, que tiene el control de la Franja de Gaza, de usar túneles a través de la frontera entre la Franja y Egipto para introducir de contrabando armas y munición así como explosivos. Por su parte, Egipto rechaza las acusaciones de que sus fuerzas de seguridad no están haciendo lo suficiente para frenar dicho contrabando.
En este sentido, Mubarak insistió en que el grueso de las armas no llegan a Gaza desde el desierto de Sinaí, sino por mar y por el norte y el sur. ‘Tzipi Livni, que corrió a los medios de comunicación para quejarse de nosotros y darnos grados, sin coger un teléfono o enviar un emisario, cruzó mis líneas rojas’, afirmó el presidente egipcio.
Al término de su visita, Barak dijo que la crisis con Egipto había terminado. Durante la reunión, ambas partes acordaron establecer un equipo de seguridad conjunto para coordinar las operaciones contra el contrabando, e Israel dijo que estudiará el suministrar a Egipto tecnología e informes de inteligencia, según informaron fuentes de la seguridad hebrea.