Desde la oficina del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) el portavoz Ahmed Daoud informó hoy a Efe de que el asunto de la ampliación de los asentamientos estará en el centro de la reunión, ‘y de hecho todos los problemas’ pendientes.
Los equipos de Abás y de Olmert concluyeron el lunes pasado una segunda ronda de conversaciones desde que se reanudó este mes el proceso de paz pero sin que se hubiesen registrado progresos.
El debate entre la ministra israelí de Exteriores Tzipi Livni, y el jefe del equipo palestino, el ex primer ministro Ajmed Qurea (Abu Alá), se concentró en torno de una licitación para la edificación de alrededor de 500 apartamentos en el asentamiento judío de Har Jomá.
Ese asentamiento, considerado por los israelíes como ‘un barrio dentro del término municipal de Jerusalén’, se halla sobre la colina de Abu Ghneim, al este de la ciudad, y se interpone entre la ciudad palestina de Belén y esta ciudad, el principal centro de servicios para los palestinos de Cisjordania.
El Ministerio israelí de Viviendas, que publicó la licitación, también se dispone a licitar la edificación de 230 nuevas viviendas en el asentamiento cisjordano de Maalé Adumim, una ciudad con 35.000 habitantes situada 14 kilómetros al sureste de Jerusalén.
Las negociaciones se reanudaron después de un estancamiento de siete años tras la Conferencia de Paz de Annapolis, Maryland, Estados Unidos, el pasado 27 de noviembre, y se basan en la propuesta conocida como ‘Hoja de ruta’ del Cuarteto de Madrid.
Según ese plan, que prevé la creación de un Estado palestino en Cisjordania y Gaza, probablemente con capital en Jerusalén oriental o ‘árabe’, Israel debe abstenerse de construir nuevos asentamientos o ampliar los existentes, a fin de ‘no modificar la situación sobre el terreno’ antes de concluir las negociaciones de paz.
El negociador palestino Saeb Erekat sostiene que la edificación de esas nuevas viviendas ‘es ilegal, según la Hoja de ruta’. Por su lado, fuentes diplomática israelíes afirman que la construcción de esos apartamentos ‘no excede el perímetro de los asentamientos, se edificarán dentro de ellos sin ampliar su superficie a fin de satisfacer el crecimiento natural de sus habitantes’.
En medios gubernamentales se supone que esos dos asentamientos se incluirán entre los que quedarán bajo soberanía israelí al finalizar las negociaciones de paz, y que sus tierras serán canjeadas por otras de este país que se incorporarán al futuro estado palestino.
Por su lado, los representantes israelíes exigen al presidente Abás y a su primer ministro Salam Fayad, desde que se reanudaron las negociaciones, el pasado día 12, intensificar las operaciones de sus fuerzas de seguridad contra grupos de la resistencia palestina que atacan a israelíes -entre estos a colonos- en Cisjordania, donde el Ejército israelí controla la ‘seguridad general’.