«Hay que actuar con sentido de la responsabilidad y con sangre fría. Los responsables de los servicios de seguridad y de inteligencia (israelíes) se han pronunciado en varias ocasiones contra esa expulsión por considerar que causaría perjuicios a Israel», afirmó Sharon al segundo canal de televisión privada.
Sharon desmintió que hubiera sufrido «presiones externas» para impedir que Arafat fuera desterrado o eliminado. «Me comprometí con los estadounidenses a mi llegada al poder a no atentar contra su integridad física (de Arafat) y tengo la intención de cumplir mis promesas», aseguró el primer ministro.
Netanyahu reclamó hoy al gabinete de seguridad la expulsión de Yasir Arafat después de proclamar ayer que sería su primera acción si llegase a dirigir el Gobierno que salga de las elecciones legislativas adelantadas al 28 de enero, informó la radio militar. Afirmó que la expulsión de Arafat «reforzaría la necesidad urgente de una dirección palestina alternativa que no apoyaría el terrorismo», señaló la misma fuente.