La Corte Suprema se pronunció a favor de que siga abierta la causa por el atentado contra la Embajada de Israel, ocurrido el 17 de marzo de 1992, aunque sin hacer lugar a un pedido para que sea declarado un delito de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptible.
Según fuentes del tribunal, el fallo fue conversado durante el plenario de ayer con el acuerdo de todos los jueces, pero —a última hora de la tarde— aún faltaba la firma de algunos de ellos, quienes lo harían en el transcurso del día de hoy.
También señalaron que no hay posibilidad de que la causa prescriba porque aún hay medidas pendientes, y no se ha extinguido por el paso del tiempo la acción penal para esclarecer el ataque, que dejó un saldo de más de 20 muertos y decenas de heridos.
Cuando faltan tres meses para que se cumplan 15 años desde el atentado, familiares de las víctimas y de la comunidad judía temían que la Corte pudiera declarar prescripta esta investigación, que hasta ahora no cuenta con ningún detenido.
El planteo al que respondió el tribunal fue presentado en mayo pasado por Carlos Susevich, familiar de una de las víctimas, quien se presentó como querellante para que el ataque fuera declarado delito de lesa humanidad e imprescriptible.
Pero la Corte evitó pronunciarse sobre este punto. Sin embargo, descartó un posible cierre porque aún están pendientes dos pedidos de captura internacional contra sospechosos, quienes fueron declarados en rebeldía.
En el «caso Simón», la causa contra un represor emblemático de los años ’70, la Corte resolvió que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y quedan al margen de las autoamnistías o indultos.
Pero el caso de la embajada de Israel es diferente, porque la investigación alcanzó su techo en 1999, cuando —en base a lo investigado hasta entonces— la Corte atribuyó el ataque a la Jihad Islámica, uno de los brazos armados del partido político libanés proiraní Hezbollah. Y pidió la captura internacional de uno de sus principales líderes, Imad Mughniyah, la que aún está pendiente. Luego se sumó otro pedido de captura contra el supuesto responsable de la logística del ataque.
Fuentes de la Corte señalaron que en el caso de la Embajada «no hay consenso para declarar al atentado delito de lesa humanidad», porque esa calificación se reserva para la imputación contra un Estado acusado de cometer genocidio.