El secretario general de Jizbalá, Hasan Nasrala, se mostró ayer desafiante en un discurso transmitido en la televisión Al Manar y prometió atacar más ciudades del centro de Israel como hicieron sus subordinados contra la localidad de Afula.
Nasrala prometió la victoria, como prometió a los casi 800.000 desplazados «regresar orgullosos a sus casas».
Desde un lugar desconocido -Israel asegura que se esconde en Siria- y como fondo las banderas de Líbano y de Jizbalá, Nasrala apareció muy serio y con aire cansado, pero mantuvo su tono desafiante durante un discurso de casi 25 minutos.
«El bombardeo de Afula es el inicio de una etapa y hay muchas ciudades en medio (entre Afula y Haifa) que serán (atacadas) en la etapa de más allá de Haifa si continúa la agresión caótica contra nuestro pueblo», amenazó Nasrala.
En ningún momento se refirió a un posible alto el fuego, ni a una tregua temporal, o al despliegue de una fuerza internacional en el sur del Líbano, que son los puntos principales de un eventual acuerdo internacional que va a ser discutido la próxima semana en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Nasrala descalificó la visita al Líbano de la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, diciendo que «viene a conseguir con la política lo que no ha conseguido en el campo de batalla», esto es «imponer su proyecto de un nuevo Medio Oriente».
El líder chiíta aseguró que Israel «no ha conseguido ningún éxito militar», ya que sus únicos logros han sido matar civiles y destruir casas e infraestructuras, lo que es «un éxito feo y bárbaro, no militar».
Las pérdidas de Israel -afirmó- «son mucho mayores que las que reconocen. ¿Por qué (Israel) controla a la prensa?: para que su pueblo y el nuestro no vea el volumen de pérdidas que sufre», subrayó.
Nasrala citó al viceprimerministro Simón Peras cuando dijo que esta batalla actual era una lucha «de vida o muerte» para Israel: «Es una lucha de vida y muerte para Israel… si la resistencia libanesa vence, no habrá futuro para la entidad sionista», dijo.
Además, desmintió que Irán y Siria hayan dado cobertura a «la resistencia en esta guerra», aunque afirmó que «ellos están todavía de parte de Líbano y han desplegado todas sus capacidades para poner fin a la agresión sionista»
También, mostró su reconocimiento al gobierno de Damasco por la «solidaridad» mostrada con todos los libaneses que han huido de su país buscando refugio en la vecina Siria.
A los libaneses, les dijo que deben mantenerse unidos y que nadie, ni cristianos ni musulmanes, deben temer la victoria de Jizbalá, «pero sí su fracaso», ya que su victoria «será una victoria de todo el Líbano».
Aurora
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