La secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, ha llegado esta tarde a Tel Aviv (Israel) para tratar de concertar un alto el fuego. Su primera parada ha sido en el despacho del primer ministro, Ehud Olmert. Israel ha rechazado hoy la petición hecha ayer por la ONU de una pausa de 72 horas en los enfrentamientos con el fin de facilitar el envío de ayuda humanitaria a la población libanesa.
La visita de Rice coincide con las palabras del líder de la milicia chií libanesa Hezbolá, Hassan Nasrallá, que ha amenazado con nuevos ataques con misiles contra ciudades del centro de Israel, en un discurso retransmitido por la cadena de televisión de su milicia, Al Manar. Además, Nasrallá ha asegurado que Israel había sufrido un «serio revés» en combates de tierra en una localidad libanesa cercana a la frontera de la que las tropas israelíes se han retirado hoy, después de una semana de fuertes combates.
El plan de Rice, que ya ha visitado Tel Aviv y Jerusalén, para detener la lucha incluye el emplazamiento de una fuerza multinacional en el sur de Líbano, el desarme de Hezbolá y la devolución al Estado judío de prisioneros capturados por milicianos libaneses, según ha informado un funcionario estadounidense que ha pedido no ser identificado.
El Gobierno israelí ha rechazado hoy una petición de Naciones Unidas para suspender sus operaciones militares durante 72 horas a fin de facilitar la entrada de ayuda humanitaria a las zonas más necesitadas. La propuesta la hizo ayer el jefe de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jan Egeland, quien destacó la crítica situación y necesidad de ayudar a miles de niños, ancianos y discapacitados físicos. En declaraciones a la prensa, Egeland también consideró que ese alto el fuego podría ser la semilla de un acuerdo a largo plazo.
Según portavoces gubernamentales, «Israel ya ha abierto varios corredores hacia Líbano por los que está entrando la ayuda internacional, por lo que no hay razón para una pausa de 72 horas». Por el contrario, Israel sí ha aceptado que un funcionario de la comunidad internacional esté de adjunto en la oficina de mando en el frente a fin de coordinar la ayuda humanitaria internacional a la población libanesa.
El acuerdo busca establecer una mayor coordinación entre el Ejército israelí y los funcionarios de la ONU en la zona, y evitar sucesos como el que hace unos días costó la vida a cuatro cascos azules. Se desconoce si Rice insistirá en la propuesta de la ONU, o si, por el contrario, se centrará en la postura oficial de Washington acerca de que el alto el fuego sólo será efectivo una vez que exista un acuerdo diplomático que garantice la estabilidad en la zona a largo plazo. En cualquier caso, los responsables israelíes escucharán las propuestas de la secretaria de Estado y le expondrán las demandas de seguridad necesarias para este país.
Israel exige que la milicia pro iraní se retire de la frontera -según algunas fuentes, como mínimo hasta el río Litani- y que el Ejército regular libanés se despliegue al sur del país. En esta última demanda Israel parece dispuesto a aceptar la posibilidad de una fuerza internacional, de forma interina, que refuerce al Ejército libanés. La exigencia inicial israelí de desarmar a Hezbolá en cumplimiento de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU podría quedar en el cajón si se garantiza la seguridad fronteriza, estiman los analistas. Además, según fuentes diplomáticas, «Israel no negociará con Hezbolá, porque se negocia con Estados y no con organizaciones terroristas».
El Pais