El Ejército israelí ha afirmado hoy sábado que tiene en su poder los cuerpos sin vida de al menos 13 militantes de Hezbolá muertos durante los combates en la frontera entre Líbano e Israel, pero que no tiene intención de intercambiarlos por los dos soldados capturados por las milicias chiíes libanesas, según el jefe del Estado Mayor, el general Dan Halutz.
‘Estamos decidiendo qué hacer con los cadáveres de Hezbolá’, según afirmó una portavoz, citando palabras de Halutz, a los medios de comunicación la noche de ayer viernes. ‘No vamos a canjearlos por personas, como ellos (Hezbolá) hacen. No somos como aquellos que emplean los cuerpos como moneda de cambio’, señaló.
Halutz afirmó que los 13 cuerpos fueron retirados del campo de batalla por respeto a los fallecidos. ‘Por la santidad de los seres humanos no permitiremos que los cuerpos de otros no puedan ser recuperados en el campo de batalla. Creo que es correcto que tratemos los cuerpos de los caídos de Hezbolá de una forma apropiada’, explicó el general.
Ayer, el Ejército israelí anunció que iba a llamar a filas a más reservistas para reforzar su presencia en la frontera norte con Líbano, dando a entrever que podría estarse preparando una gran ofensiva terrestre en Líbano. Entretanto, continuaron los enfrentamientos entre milicianos de Hezbolá y soldados israelíes y los bombardeos de la aviación hebrea en Líbano, con nuevas víctimas mortales en ambos lados.
El Ejército israelí explicó que la convocatoria se hizo esta mañana y que los reservistas recibieron la orden de congregarse en sitios concretos para su traslado al frente. El número exacto de efectivos convocados no ha sido divulgado por razones de seguridad, pero una fuente militar bajo el anonimato adelantó que se trataba de miles.
La decisión se produjo poco después de que el Ejército israelí ordenase a los habitantes del sur de Líbano que evacuaran la zona inmediatamente. La plana mayor de las fuerzas israelíes se reunió esta tarde para decidir el tamaño de la fuerza que será desplegada, explicaron fuentes militares, que añadieron que Israel no detendrá su ofensiva hasta que Hezbolá se retire más allá del río Litani, a 30 kilómetros al norte de la frontera, creando ‘de facto’ una zona de seguridad.