Israel, apoyado por EEUU, anunció hoy en la ONU que seguirá sus operaciones militares hasta acabar con las milicias de Hizbulá, en respuesta al llamamiento del secretario general, Kofi Annan, a un cese inmediato de las hostilidades.
Annan reconoció que existen ‘serios obstáculos’ para alcanzar un alto al fuego duradero si no se logra antes un acuerdo político, por lo que presentó una serie de propuestas para que sirvan de base a la elaboración de una resolución.
La propuesta incluye la liberación de los soldados israelíes capturados y el despliegue de una fuerza estabilizadora.
Asimismo, el cumplimiento de una resolución de 2004 que establece el desarme y desmantelamiento de las milicias libanesas y la extensión de la autoridad del gobierno del Líbano a todo el país, incluso al sur, donde operan las guerrillas chíis Hizbulá.
Annan también propuso la convocatoria de una conferencia internacional para elaborar un calendario para la demarcación final de la frontera del Líbano, incluida las controvertidas granjas de Chaba, ocupadas por Israel.
Sin embargo, las propuestas de Annan no fueron bien recibidas por el embajador de Israel ante la ONU, Dan Guillerman, quien le reprochó que en su informe haya omitido tres palabras que él considera claves: terrorismo, Irán y Siria.
‘Estoy más molesto por lo que no ha dicho, que por lo que ha dicho. Ha omitido la palabra terrorismo, que es el origen del sufrimiento al que está sometido la población del Líbano’, indicó.
Criticó que Annan no mencionara a Irán, que en su opinión es quien financia a las milicias Hizbulá, y a Siria, también por el respaldo a este movimiento chíi y por obstaculizar los esfuerzos diplomáticos de la delegación mediadora de la ONU.
‘Tenemos que abordar un cese del terrorismo, en lugar de un cese de las hostilidades. Israel continuará haciendo todo lo posible para frenar el terror hasta eliminarlo por completo’, señaló.
El diplomático israelí rechazó negociar una solución política, para el establecimiento de un alto al fuego permanente, por considerar que no tiene ningún sentido en estos momentos.
El embajador de EEUU ante la ONU, John Bolton, por su lado, se mostró condescendiente con la posición de Israel y manifestó que antes de un alto al fuego es necesaria una transformación profunda en la región.
‘Nadie puede explicar cómo se puede alcanzar un alto al fuego entre un Estado democrático con un grupo terrorista’, manifestó.
Culpó a Siria de obstaculizar los esfuerzos diplomáticos internacionales al impedir la entrada a Terje Roed Larsen, el enviado especial para el cumplimiento de la resolución para el desarme de Huzbulá y responsable de la misión mediadora de la ONU.
‘No entiendo cómo la ONU puede tener un mayor papel, si uno de los grandes actores de la región no quiere ni siquiera hablar’, anotó.
El diplomático estadounidense se comprometió a estudiar las ideas presentadas por Annan, pero subrayó que la posición que defenderá su país dependerá del contexto político y militar.
Recordó que la secretaria de Estado de EEUU, Condolezza Rice, que planea viajar a la región la próxima semana, se reunirá esta noche con Annan en Nueva York.
Por su parte, el representante del Líbano, Nouhad Mahmoud, recibió positivamente el informe de Annan y el llamamiento al cese de hostilidades, tras anotar que por medios militares Israel no va a conseguir lo que se propone.
Según dijo, las milicias chíies Hizbulá estaban preparadas para discutir la situación cuando capturaron a los soldados, pero que Israel prefirió arrancar con sus operaciones militares.
‘Se puede culpar a Hizbulá por la provocación, pero se debe culpar a Israel por la escalada de la violencia y por el uso excesivo de la fuerza’, declaró.
El Consejo de Seguridad debatirá de nuevo mañana la situación en el Líbano en una reunión en la que participarán los representantes de la delegación que Annan envió a la región, encabezada por su asesor político, Vijay Nambiar.