El presidente Néstor Kirchner replicó hoy fuertemente las críticas que recibió
ayer el gobierno nacional por parte de la comunidad judía sobre la falta de
resultados en el esclarecimiento del atentado contra la AMIA, del que se
cumplieron 12 años.
El Presidente aprovechó la tribuna de un acto en la localidad bonaerense de
Beccar, donde inauguró un paso bajo nivel de las vías del ex Ferrocarril
Mitre, para responder a las críticas que recibió ayer por parte del
representante de los familiares de las víctimas del atentado, Luis Czyczewsky,
durante el acto que se realizó frente a la sede de la mutual judía.
«Se fueron años y años de impunidad, pero no soy mago ni mandrake. Les puedo
asegurar que no me ato las manos a ninguna impunidad», expresó el primer
mandatario apenas comenzó su discurso en el Club Social Beccar.
Kirchner dijo que le «dolió fuertemente» escuchar las críticas de Czyczewsky,
padre de una joven de 21 años que murió en el atentado, y le contestó que
todavía está «tratando de ayudar a las Abuelas (de Plaza de Mayo) a encontrar
cientos de miles de nietos y todavía esperamos que la justicia condene a
quienes fueron terroristas de Estado».
En su directa respuesta a la comunidad judía, el jefe de Estado dijo que no
acepta «chicanas cortas» y de «tan bajo calibre», como «cuando nos dicen que
el esfuerzo que pusimos para sacar la ley de administración finaciera lo
hubiésemos puesto para esclarecer el atentado».
Ayer, en su discurso, el representante de los familiares había pedido que los
legisladores pongan «la misma fogosidad y empeño con la que discuten una ley
de superopoder en sancionar una ley que castigue el financiamiento de
organizaciones terroristas».
Por primera vez en su mandato, Kirchner no participó ayer del acto frente a la
AMIA, ya que se encontraba en una visita oficial a Paraguay para firmar
acuerdos con su par Nicanor Duarte Frutos por el futuro de Yacyreta, aunque sí
participaron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y dos ministros.
En el acto de ayer, el representante de los familiares se dirigió directamente
a Kirchner y dijo: «Después de tres años de gobierno ya no alcanza con decir
que la causa AMIA es una vergüenza nacional, que la investigación es una
cuestión de Estado y que dispone de todos los recursos que pidió».
«Yo no tengo la culpa de los acuerdos de allá, de esos dirigentes que los
representaban a ustedes con el gobierno menemista. Yo era gobernador de Santa
Cruz», dijo el primer
mandatario, en alusión al ex titular de la AMIA, Raúl Beraja.
Y agregó contundente: «No participé en el contubernio de la comunidad judía,
como Beraja con el menemismo y los denuncié», al tiempo que pidió una
«autocrítica» de las autoridades judías.
Por otra parte, consideró que los familiares «perdieron tiempo» en seguir con
el juicio «nefasto para la causa», cuya instrucción realizó el ex juez Juan
José Galeano.
«Los que perdieron tiempo y seguieron un juicio nefasto para la causa fueron
ellos que quisieron seguir, y eso ayudó que pase el tiempo y a tapar las
pruebas», sostuvo Kirchner y señaló que él y su esposa, la senadora Cristina
Fernández, «nunca» avalaron el proceso que siguió Galeano, cuando estuvo a
cargo de la causa Amia.
Pese a la dura réplica, Kirchner buscó enviar un mensaje conciliador y señaló
que está «abrazado a todos los argentinos y a todas las comunidades y a la
judía para buscar la verdad sobre el atentado», que, aclaró, «fue a argentinos
que practican la religión judía».
Con unos papeles en la mano a modo de recordatorio, Kirchner enumeró además
las medidas concretas que su gobierno adoptó en los últimos meses vinculados
al esclarecimiento del atentado contra la AMIA, como la apertura de los
archivo de la SIDE, entre otras. (13:14)