Cuatro de los proyectiles cayeron en la ciudad de Naharía, situada a cuatro kilómetros de la frontera con Líbano, poco después de que las sirenas advirtieran a la población de que debía introducirse o permanecer en los refugios.
Las sirenas de alarma también fueron escuchadas hoy en la ciudad de Haifa, a unos 40 kilómetros de la zona fronteriza, donde durante el día cayeron al menos dos cohetes, así como en los alrededores de la localidad de Karyot.
Uno de los proyectiles alcanzó un edificio de Haifa, que se encontraba vacío en ese momento. Un residente resultó herido de poca consideración a causa de la metralla, y otras seis personas sufrieron síndrome de shock post-traumático.
Las poblaciones de Rosh Pina y Hatzor recibieron el impacto de al menos diez cohetes, mientras que otros dos Katyusha cayeron en Kiryat Shomá, y al menos uno en el Valle del Jezreel, en Galilea.
En la zona de Hatzor se declaró un incendio por la deflagración de los explosivos de portaba uno de los cohetes.
Cerca de 100 cohetes Katyusha fueron disparados por milicianos de Hizbulá contra el norte de Israel ayer, martes, matando a un hombre en Naharía, cuando se disponía a introducirse en un refugio antiaéreo.
Con la muerte de esta última víctima mortal, identificada con el nombre de Andrei Zelinsky, de 37 años, se eleva a 13 la cifra de civiles israelíes muertos desde que Hizbulá inició los disparos de sus cohetes Katyusha contra Israel.