En Miami iba a reunirse con los líderes judíos de la ciudad e iba a participar en un acto de recaudación de fondos para la campaña de reelección del gobernador de Florida y hermano del presidente estadounidense, Jeb Bush, mientras que en Los Angeles iba a aprovechar también para reunirse con representantes de la numerosa comunidad judía. No tenía previsto mantener ningún encuentro con responsables gubernamentales, pese a que durante su estancia se celebraba el primer aniversario de los atentados del 11 de septiembre.
Precisamente en los últimos días, y tras anunciarse la visita de Sharon a Miami, los demócratas de Florida habían criticado la participación de éste en el acto de campaña del gobernador Bush por entender que se trataba de una maniobra de la Casa Blanca para apoyar la candidatura de Jeb Bush, así como un gesto de Sharon para presionar al Gobierno estadounidense en un momento en el que son muchos los que critican la política de Washington hacia Oriente Próximo