El primer ministro israelí, Ehud Olmert, defendió hoy la opción de un Estado judío con fronteras seguras y garantías para la población antes que la teoría histórica del ‘Gran Israel’.
Olmert hizo esa exposición durante un encuentro con la comunidad judía en París en la segunda y última jornada de su estancia oficial en Francia, en la que el conflicto palestino-israelí ha ocupado el centro de todas sus conversaciones.
En la actualidad el primer ministro propugna la eventual aplicación de un plan llamado de ‘convergencia’, que consiste en el establecimiento unilateral de fronteras mediante la retirada israelí de parte de Cisjordania.
Eso en el caso de que fracase un proceso de diálogo con los palestinos, que a su vez está condicionado a la aceptación por el movimiento radical Hamás – actualmente en el Gobierno – de tres condiciones: renuncia a la violencia, reconocimiento del Estado de Israel y aceptación de los acuerdos pasados firmados entre los israelíes y la Autoridad Palestina.
En Londres y París, Olmert ha oído el mensaje de que es preciso buscar en primer lugar una solución negociada antes de la aplicación de ese plan unilateral.
En este contexto el primer ministro dijo hoy a miembros de su comunidad en París que ‘si es necesario elegir entre el ‘Gran Israel’ y un Estado judío democrático con una mayoría judía viviendo en fronteras seguras y reconocidas, elijo esta segunda opción’.
No obstante, Olmert apuntó que en el caso de un fracaso de las negociaciones con los palestinos ‘Israel asumirá su futuro en sus propias manos’.
El comentario es una alusión al difícil proceso de diálogo con los palestinos que, según Israel, debería basarse en la Hoja de Ruta, el plan de paz impulsado por EEUU, la UE, Rusia y las Naciones Unidas que prevé la coexistencia de dos estados (Israel y los palestinos) con fronteras claras y seguras.
Sin perspectivas de diálogo con el Gobierno de Hamás, la esperanza de un proceso negociado pasa por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.
La comunidad internacional desea reforzar las atribuciones de Abás frente a Hamás e Israel también pretende esa vía.
Por eso, durante su estancia en París Olmert ha calificado al presidente de la ANP de persona ‘respetable’ con la que quiere trabajar y hablar.
El problema está en la propia situación interna en los territorios palestinos y en la creencia de Olmert de que Abás ‘por desgracia no controla a la Autoridad Palestina. Es el Gobierno de Hamás el que la controla y llama al terrorismo, la sangre y la guerra’, según declaró en la noche del miércoles al informativo de la cadena de televisión ‘TF1’.
Olmert se ha declarado ‘dispuesto a correr enormes riegos para hacer la paz’ con Mahmud Abás, con quien planea reunirse ‘a finales de junio o comienzos de julio’, pero ha insistido en que para poder negociar ‘el terrorismo tiene que acabar’.
Todo ello en un marco en el que Abás desarrolla un diálogo nacional con las distintas facciones palestinas y el telón de fondo del referendo convocado para el 26 de julio sobre una propuesta de prisioneros del movimiento nacionalista Al Fatah para establecer un Estado palestino que, de manera indirecta, podría suponer un reconocimiento de Israel.