Las costumbres y tradiciones de Shavuot se destaca la de la lectura del libro de Rut.
Existen diversas explicaciones por las cuales se relaciona el libro de Rut con esta festividad:
· Rut nos enseña el verdadero camino del recibimiento de la Torá.
· Según la tradición, el rey David, bisnieto de Rut, nació y murió en Shavuot.
· El Libro de Rut nos describe la época de la cosecha en Eretz Israel .
Un día se convierte en fiesta en tanto es distinto a los demás: nos saca de la rutina cotidiana y nos lleva consecuentemente a la reflexión.
En la fiesta de Shavuot podemos señalar dos pilares fundamentales la relación del pueblo judío con la Tierra de Israel y con el ciclo de la naturaleza en ella y la relación del pueblo de Israel con su Ley, ya que fue precisamente en Shavuot cuando el pueblo recibió las Tablas de la Ley de manos de Moisés.
La fiesta nos presenta dos aspectos que se complementan entre sí y que representan la espina dorsal del judaísmo: la conjunción de los valores éticos universales básicos expresados en los Diez Mandamientos y la identidad nacional, particular reflejada en la relación del pueblo y su tierra. de aquí que no sea casual el hecho que el libro de Rut ocupe un lugar central en la festividad.
El libro de Rut nos habla del paralelismo entre la aceptación por parte de Rut del judaísmo y esa misma aceptación por parte del pueblo hebreo, ambas realizadas en el momento de transición hacia la Tierra de Israel, ambas se dan coincidentemente en el exilio.
Rut nos presenta a través de sus resumidas palabras la fórmula de la identidad judía plena. Fórmula que sigue siendo vigente hoy y acerca de la cuál valdría la pena reflexionar comprometidamente.
Ante la súplica de Noemí para que Rut la abandone y regrese a su tierra, Rut responde: «No te empeñes en que yo te deje, ni que me vuelva en pos de tí: porque adonde quiera que tú fueres, iré yo; y donde tu morares, moraré yo; tu pueblo es mi pueblo y tu Dios es mi Dios. (Rut 1:16).
Rut manifiesta entonces la respuesta al dilema de la identidad que aún hoy sigue golpeando al pueblo judío. La respuesta de boca de Rut es sencilla y completa, destacando tres elementos esenciales: el destino común adonde quiera que tu fueres, iré yo), la pertenencia nacional ( Tu pueblo es mi pueblo) y la creencia a la fe (tu Dios es mi Dios).
Son los tres elementos vinculados los que dan la respuesta y no cabe posibilidad alguna de divorciarlos. destino histórico común, pertenencia nacional y creencia, van de la mano (sin entrar aquí en cuál es la expresión o la interpretación de esa creencia).
La posibilidad de una identidad judía desvinculada de alguno de estos elementos se nos presenta como incompleta, cercenada e incluso incoherente. Es la aceptación de esa especifidad nacional, junto al bagaje moral y ético que nos plantea el judaísmo, sumado y eso tal vez es lo más importante, a la disposición de tomar. parte activa en ese destino común lo que la historia de Rut nos recuerda.
Rut no regresa a su tierra con los suyos, Rut no acepta por sí solas las enseñanzas del judaísmo, no acepta solo su nacionalismo (como algunos pretenden hacerlo hoy , en una u otra versión): Rut regresa del exilio a la Tierra de Israel llevando en su mochila ambos elementos. Rut emprende activamente un cambio en su condición humana, acepta y elige 1a totalidad de su identidad.
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