A pesar de la polémica, y de que el proyecto de ley fue calificado de «racista» por distintos sectores políticos, incluso de la derecha nacionalista, sólo un tercio de los encuestados se mostró dispuesto a vivir con vecinos árabes en su comunidad, y sólo un 25 por ciento los aceptaría en su mismo bloque de apartamentos.
La mayoría de los que manifestaron su acuerdo para tener vecinos árabes, según la encuesta, son de orientación política izquierdista.
El ministro Effie Eitam, líder del Partido Nacional Religioso (MAFDAL), dijo hoy que no permitiría que aquellos que están en contra de la ley -propuesta por uno de sus legisladores, Haim Druckman- la «entierren».
Para entrar en vigor, el proyecto de ley debe ser aprobado antes por el plenario del Parlamento, en el cual, prevén los observadores políticos, no tendrá mayoría. La propuesta fue aprobada por una mayoría de 17 ministros de Estado en la reunión semanal del Gobierno del pasado domingo.
Los seis representantes del Partido Laborista en el Gobierno de unidad nacional, que preside el primer ministro Ariel Sharón, no estuvieron presentes en la votación y rechazaron el proyecto de ley.
EFE jvp/ez/jal
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