Itongadol.- El presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder, pidió al primer ministro húngaro, Viktor Orban, que intervenga en un evento de homenaje al colaborador nazi Miklos Horthy, que se realizará durante el Día Internacional de Recordación del Holocausto y al que confirmó la asistencia un importante político húngaro.
En una carta a Orban el miércoles, Lauder escribió: "El Congreso Judío Mundial, que representa a más de 100 comunidades judías en seis continentes, quedó asombrado y severamente decepcionado al enterarse de que el diputado del parlamento húngaro Sándor Lezsák hablará en una celebración que honrará al almirante Miklos Horthy, precisamente en el Día Internacional de Recordación del Holocausto".
Lauder consideró el evento, organizado por la Asociación de Intelectuales Cristianos, "nada menos que una medida provocadora", y agregó que era "verdaderamente inquietante que se le haya dado legitimidad a través de la participación de un alto dignatario de Hungría".
"El terror que el almirante Horthy, un antisemita descarado, infligió a la comunidad judía de Hungría al permitirles ser despojados de sus derechos y su humanidad, y su papel en la deportación y asesinato de cientos de miles de judíos, nunca debe ser olvidado y nunca puede ser excusado", escribió Lauder. "De hecho, es una de las lecciones críticas que la comunidad internacional puede aprender sobre la educación del Holocausto".
"A medida que las democracias de todo el mundo se esfuerzan por enfrentar su historia y asumir la responsabilidad de los crímenes de sus predecesores, es inconcebible para nosotros que un alto líder político húngaro represente a su gobierno al celebrar a un colaborador nazi", agregó.
Lauder también destacó la fuerte relación de trabajo profesional y confiable que el gobierno húngaro desarrolló con la Federación de Comunidades Judías de Hungría como una "asociación ejemplar que ojalá continúe desarrollándose y creciendo" y concluyó: "Lo instamos a que tome una postura firme contra este evento vergonzoso asegurando que ningún representante del gobierno participe, por el bien de la memoria de las víctimas del Holocausto y por el bien de la imagen diplomática de Hungría en todo el mundo".