La Confederação Israelita do Brasil y sus afiliadas en todos los Estados del país, representando a la comunidad judía brasileña, la interpretan como una tentativa adicional de atribuir a un solo país y a un solo pueblo la responsabilidad por una situación de conflicto que se viene arrastrando desde hace siglos. También interpretan que al haber firmado la Declaración Conjunta:
1. Importan a nuestro país una guerra que no es nuestra; una guerra que en su propio teatro de batalla ya está siendo objeto de negociaciones y propende a terminar;
2. Al haber aprobado el punto 2.16 endosaron el terrorismo, al aceptar la supuesta diferencia entre el «terrorismo bueno», que es aceptable y el «terrorismo malo», el cual debería ser condenado. En la práctica el «terrorismo bueno» es aquel que algunos firmantes de la Declaración Conjunta practican o apoyan, en tanto que el «terrorismo malo» es el practicado contra esos países y sus aliados. Esto es puro palabrerío vacuo, puesto que el terrorismo es terrorismo, un crimen contra la Humanidad. Este crimen no deja de existir aunque se trate de adjetivarlo;
3. Al haber aprobado el punto 2.17, respaldaron el accionar de movimientos armados que tratan de agredir a civiles, como ese que mantiene preso entre sus víctimas – desde 110 días antes de la aprobación de la Declaración Conjunta -, a un compatriota brasileño, el ingeniero João José de Vasconcellos Jr., sin que su familia, ni nuestro país, reciban noticia alguna sobre su destino;
4. La Declaración Conjunta no hace mención alguna a la democracia, ni a los derechos humanos, ni a los derechos de las mujeres, que son sistemáticamente incumplidos por muchas naciones que participaron en esta Cumbre.
5. Resulta curioso constatar que países ocupados militarmente y cuyo gobierno solamente puede ser elegido gracias a la ocupación, como sucede en Irak; países que estuvieron ocupados militarmente hasta principios del presente mes y cuyo gobierno era favorable a la continuación de dicha ocupación, como el Líbano; y países que ocuparon militarmente a sus vecinos hasta hace menos de dos semanas, como Siria, cuyas tropas mantuvieron el control armado del Líbano durante 30 años, firmaron un documento que condena la ocupación militar de territorios extranjeros.
6. Se le ha faltado el respeto a Brasil, puesto que según el canciller Celso Amorim la Conferencia Cumbre Árabe – Sudamericana tendría un carácter económico y cultural, y no propinaría ataques a aliados históricos de Brasil.
En síntesis, se realizó un gran esfuerzo de propaganda a favor de causas ajenas al interés de Brasil. Y se hizo obvio que el objetivo árabe en esta Conferencia Cumbre consistía en condenar a la mitad de la guerra en vez de aprovechar la oportunidad para condenar a la guerra completa.
Firmaron esta Declaración:
Confederação Israelita do Brasil – Conib.
Associação Cultural Israelita de Brasília – ACIB.
Associação Israelita Catarinense – AIC.
Centro Israelita do Pará –CIP.
Centro Israelita do Rio Grande do Norte – CIRN.
Comitê Israelita do Amazonas – CIAM.
Federação Israelita do Estado de Minas Gerais – FISEMG.
Federação Israelita do Estado do Rio de Janeiro – FIERJ.
Federação Israelita do Estado de São Paulo – FISESP.
Federação Israelita do Paraná – FIP.
Federação Israelita de Pernambuco – FIPE.
Federação Israelita do Rio Grande do Sul – FIRGS.
Sociedade Israelita da Bahia – SIB.
Sociedade Israelita do Ceará – SIC.
Fte OJI