En declaraciones, obtenidas por Reuters, al Canal Uno de la televisión israelí, Sharon dijo que la retirada se llevaría a cabo «inmediatamente después del Tisha B’Av (día de duelo judío) – el 15,16 o 17 (de agosto), no quiero comprometerme con una fecha exacta».
Este duelo, que conmemora la destrucción de dos templos de Jerusalén, acaba el 15 de agosto. En el entorno de Sharon se temía que ignorar esta tradición religiosa, que prohíbe en especial los desplazamientos en ese periodo, pudiese aumentar aún más la oposición de los colonos a la retirada.
El ministro de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom, ya había indicado la semana pasada que la evacuación de las 21 colonias judías de la Franja comenzaría el 15 de agosto.
Este proyecto que Sharon ha logrado aprobar gracias al apoyo de los laboristas, tras a las dificultades en su propio partido, prevé la evacuación de los 21 asentamientos en Gaza, así como de cuatro de los de Cisjordania, y el regreso a territorio israelí de 9.000 colonos.
Es una retirada tras 38 años de ocupación que debería verse facilitada por la relativa calma que mantienen los grupos radicales palestinos por el acuerdo alcanzado con el presidente palestino, Mahmud Abas.
Los dirigentes palestinos se muestran satisfechos con una maniobra que debería prolongarse durante unas tres o cuatro semanas, aunque han mostrado claramente su preocupación de que sirva de pretexto para llevar a cabo una «clara anexión» de los principales asentamientos en Cisjordania, donde viven 240.000 colonos.