Por ello hoy todavía se está investigando por qué, cómo y en qué momento fue trasladada desde Sefarad, como los judíos se referían a la Península Ibérica, hasta Aschkenaz, la palabra con la que se referían a las tierras situadas al norte de los Alpes.
En todo caso, ese hallazgo, en Alemania, hubo comunicaciòn, en la Edad Media , azquenazies los sefardies, que representaban las dos grandes ramificaciones de la cultura judía en Europa.
Su posterior desitno, que fue trasladada a Karlsruhe por un tal Adolf Loebel, quien decidió salvarla de la quema por parte de los nazis, es símbolo de las persecuciones sufridas por los judíos en Europa, pero también de su capacidad de supervivencia.
Loebel emparedó la Tora en un edificio, que fue un hospital judío antes de la persecución y que fue bombardeado por los aliados.
La Tora, que muestra las huellas del fuego de las bombas, terminó siendo donada al Estado de Israel, que la cediò para la exposición que se muestra actualmente en el Museo de Historia de Berlín, con el patronato del rey de España, Juan Carlos I, y del presidente alemán, Horst Koehler, y cuenta con numerosos objetos provenientes de colecciones españolas.
La exposición da cuenta de las huellas de la cultura judía en el continente, desde los primeros asentamientos en la Grecia del Período Helénico y los aportes de los judíos a la cultura europea. Entre los asquenazìes, se cuentan las aportaciones científicas, concentradas en la medicina y de la farmacia, mientras que los sefardíes hicieron contribuciones a las matemáticas, la astronomía y la geografía. Además, fueron expertos en la construcción de instrumentos de navegación, como el astrolabio, inventado por los árabes y más tarde clave para la edad de los descubrimientos, y en cartografía.
Todo està presentado en la exposición tanto con manuscritos sobre las distintas disciplinas así como con instrumentos de cirugía y de navegación, construidos por judíos durante la Edad Media.
Hasta el siglo XII, los judíos vivieron en Europa en una situación poco conflictiva con las otras religiones. El florecimiento de la cultura judía en Europa se dio entre los los siglos X y XI. En el siglo XII comienza a crecer los prejuicios contra los judíos, lo que se expresó en pogromos en Toledo y Burgos en 1109 y en las primeras acusaciones contra judíos de cometer asesinatos rituales, que se dieron en Norwich en 1144.
Aunque la cultura judía siguió creciendo, la animaversiòn fue lo que llevó a su expulsión de Inglaterra en 1290, de Francia en 1394 y de España en 1492.Entre 1348 y 1350 se dieron una serie de pogromos contra los judíos a quienes se hacía responsables de la epidemia de peste.
Esto también encontró su expresión en el arte como se ve en una estatua del siglo XV que forma parte de la exposición, hallada en una iglesia de la localidad de Rouffach, en Alsacia, que muestra a un judío peleando con un demonio para evitar que le quite una bolsa llena de dinero, muestra del estereotipo del judío como usurero sin escrúpulos que imperó en la alta Edad Media.
A esa fase de confrontación antecediò otra, la que más interesa a la exposición, en la que hubo momentos de simbiosis que terminaron convirtiendo a la cultura judía en parte integral de la cultura europea.
La exposición, que ya se exhibiò en el Museo de Historia del Palatinado de Speyer (suroeste de Alemania), estará abierta hasta el 20 de agosto.