Itongadol.- Soros se convirtió en paragolpes de la elección presidencial estadounidense de noviembre pasado. La campaña de Donald Trump era con un comercial que lo vinculaba con “el poder de la estructura global”, una frase que para muchos era una carnada para atraer antisemitas.
Pero como lo marca Nick Cohen en una nota para The Guardian, Soros apareció como un chivo expiatorio cruzando fronteras con muchos europeos de derecha que lo dibujaron como alguien apocalíptico y problemático.
En Hungría, el aumento de poder autoritario del gobierno de Viktor Orban trata de cerrar la Universidad Central Europea, una escuela de arte liberal fundada por la fundación Sociedad Abierta Soros, una iniciativa que avanza con valores de la democracia liberal.
En Macedonia, un país cuyo ex líder buscaba una “Des-Sorosisación” de la sociedad, se generaron acciones en la calle para lograr destronar al magnate. Mientras en Rumania junto a algunos políticos declararon que Soros pagó por demostraciones abiertas junto a agravios a sus gobiernos.
“Escucha el eco antisemita en la época de los Nazis y los comunistas difamando a Soros”, escribió y agregó: “Son tan fuertes que ensordecen”.