Finalmente llegó a nosotros a los temas de la orden del día el tema de las conversiones y su validez por la que siguen discutiendo miembros de la ortodoxia que instan a desoír la decisión del tribunal Supremo de Justicia de Israel y las corrientes religiosas progresistas que ven con muy buenos ojos tal decisión.
La justicia israelí basó su elección en la Ley de Retorno, la cual tras su reforma en 1970 define a un judío «quien nació de madre judía o se convirtió». Esta definición es una publicación genial . Desde una versión define algo y por el contrario no está definiendo nada.
Y a pesar de esto esta definición creativa, puede refutar la discusión de «¿ quién es judío? Dentro de 30 años.
Hasta ahora se reconoció a los que hicieron el proceso de conversión en Israel y su aprobación fue fuera de ella. Es verdad que el tribunal Supremo de Justicia trae con cuidado a la política el carácter que este tipo de conversión no es como la conversión lugareña, pero sabemos nosotros que provoca un desgaste sobre la ya desgastada elección del Tribunal en la pregunta ¿quién es judío?. Uno debe preguntarse si¿ los religiosos ortodoxos también lo saben y aún lo aprueban?.
En 1962 se desaprobó la conversión de un caso famoso como el del hermano Daniel porque el mismo dijo que el ser judío una definición laica : es un tema histórico y no halájico ( según la ley religiosa judía), entonces no se podía reconocer a un converso como un hijo judío. En este caso y como minoría el juez Jaim Cohen votó a favor de la conversión ya que sostuvo que quien declara ser judío debe ser considerado como tal según su subjetiva visión. Finalmente esto no fue aceptado y no se permitió al hermano Daniel su ingreso al judaísmo.
Pasaron 8 años y hubo otro caso el del Mayor Shalit pidió al Tribunal que decidiera quién es judío, su petición era para sus hijos de madre no judía y que en este caso se encontraban faltos de religión, pero de nacionalidad israelí, , Shalit pidió que se los reconociera como judíos.
Finalmente se los reconoció como judíos a los hijos del Mayor Shalit, tomando esta vez en cuenta la posición del juez Cohen que quien se declaraba o reconociera a si mismo como judío ya de por si lo era contra la posición de los partidos ortodoxos que llamaron a desoír la decisión judicial, es por esto que se corrige la «Ley de Retorno», judío es aquel que nació de madre judía o se convirtió.
A pesar que suena muy lindo ¿ qué es lo que tenemos acá?, nada, no se definió la conversión, la misma es ¿ popular laica o de acuerdo a la ley religiosa?. Entonces el Estado de Israel vaciló con el tema de las conversiones.
En 1993 surge el «caso Pisro», se constituyó una » Comisión de fidelidad», pero aún no hay legislación.
Y entonces llegó la legislación del Tribunal Supremo de Justicia, que fija leyes «halájicas» (religiosas), en el tema de la pregunta sobre la conversión. Y su ley religiosa es laica, reconoce las conversiones de corrientes que no sean las ortodoxas como válidas. ¿ Dónde se encuentran los ortodoxos?.
Los ortodoxos se encuentran en un problema . Para legislar el Tribunal los desoye y no se apega a las leyes religiosas . Y son es fácil en la Israel de los años 2000 . ¿Acaso es imposible?, una teoría de fraccionamiento del Likud ( partido derechista, actual gobernante) entre Sharón y Netanyhau y por el otro una guerra de herencia en Avodá (partido de centro-izquierda cuya máxima autoridad es el hoy vice-premier Shimón Peres, partido al que pertenecía el asesinado Itzjak Rabin). También están los partidos religiosos –ortodoxos en el intermedio y parecemos haber retornado a los años ´80. Y otra vez una instrumentación absolutista. ¿ Y qué es lo que piensa el pueblo a todo esto?,no le interesa a nadie.
Distintas investigaciones dieron cuenta en Israel que hubo procesos de laisicismo fuertes en la última década. ¿Pueden estos procesos influir en un plebiscito religioso y estatal?, hay sólo un camino para evaluarlo y se llama consulta popular
Por el Dr Asaf Medini, reconocido profesor de derecho y casos del Estado para
Traducción: Alejandro Dubesarsky