AP.-La encuesta revela gran desconfianza entre palestinos e israelíes, y más de los primeros hacie los segundos, aunque un 41,9% de los israelíes y un 49,5% de los palestinos son optimistas sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo y alrededor del 47% de ambas partes cree que es posible.
Así, un 60,5 % de los palestinos y un 45% de los israelíes describe a la otra parte como violenta y un 62% de los palestinos y un 36,7% de los israelíes considera que la otra parte es cruel. Además, un 54% de los palestinos siente un alto grado de temor frente a los israelíes y un 50.9% siente también rabia, mientras un 12,5% de los israelíes siente tal temor y un 28,5% tal rabia.
En cuanto a las vías para llegar a un acuerdo, el 62,8% de los israelíes cree que la negociación es el camino más efectivo, opinión compartida sólo por el 30,3% de los palestinos. Por el contrario, un 45,3 por ciento de los palestinos ve necesario combinar «negociación y confrontación», opinión que comparten el 24,1% de los israelíes.
Después del eventual acuerdo, el 71,2% de los palestinos prefiere que los dos futuros Estados tengan su frontera abierta, mientras el 61% de los israelíes se decanta por una frontera cerrada sin libre circulación.
Durante la presentación, el vicepresidente del CIT-pax, el ex ministro israelí Shlomo ben Ami, destacó que sobre el terreno la situación «es muy fluida» y las opiniones pueden cambiar rápidamente. De hecho, el coordinador de programas de la sociedad civil palestina en la Palestinian Peace Coalition, Nidal Foqa, afirmó que según un estudio de su organización son un 60 por ciento de los palestinos los que apoyan un acuerdo de paz con Israel.
Ante las percepciones negativas que revela el estudio, los participantes destacaron la importancia de la educación de la población. Un 57 por ciento de la población palestina tiene menos de 21 años, y un 77 por ciento tiene menos de 30, de modo que los jóvenes «son la fuerza del cambio», en palabras del presidente del Centro Palestino para Soluciones Alternativas, Nedal Jayousy.
Jayousy y el presidente de The Arik Institute, Yitzhak Frankenthal, presentaron un proyecto educativo conjunto con el cual han impartido en el último mes 66 clases sobre «reconciliación» a estudiantes universitarios palestinos en lugares como Tulkarem, Gaza, Kalkilia o Nablús. «No es fácil hablar de paz a gente que ha perdido su casa, que ha perdido sus tierras, no es fácil hablar de paz cuando la ocupación sigue, cuando la paz está lejos.
También Frankenthal señaló que «todo el mundo sabe que la ocupación es una cosa terrible» y se declaró partidario de buscar una «paz sabia». «Hay que formar a la gente pero eso lleva mucho tiempo y la ocupación continúa y la ocupación es una forma de terror», dijo. Frankenthal afirmó haber perdido un hijo «en el conflicto» y se declaró sionista y religioso ortodoxo. «En nombre del sionismo estamos haciendo cosas horribles, algunos están destruyendo los valores del judaísmo», afirmó.