Científicos del Instituto Weizmann demostraron cómo puede ser re- dirigido hacia los huesos un tratamiento efectivo para el cáncer de próstata.
El tratamiento se basa en la combinación de dos tipos diferentes de armas usadas por el sistema inmunológico para combatir a los invasores. Los anticuerpos son mejores para reconocer moléculas extrañas o alteradas tales como los antígenos en las paredes exteriores de bacterias, virus o células de cáncer. Las células T son mejores para matar células no deseadas, pero no tan adecuadas para la identificación, especialmente en el caso de las células de cáncer engañosas que pudieran haber desarrollado métodos para evadir la detección por el sistema inmunólogico. Adjuntando, directamente, a una célula T receptora una estructura basada en anticuerpos, diseñada para reconocer células de cáncer específicas, el Weizmann produjo células modificadas a medida, cuerpos I con una misión específica que son eficaces tanto para descubrir como para matar células de cáncer.
Sin embargo, llevar los cuerpos T al interior del hueso para tratar el cáncer metastático es otra historia. En esos casos es probable que el cáncer esté esparcido por el hueso en lugares de díficil acceso. Cuando el equipo de investigación inyecto, por primera vez, cuerpos T en ratones inmunodeficientes en cuyos huesos de las patas se habia desarrollado cáncer de próstata humano, no vieron progresos reales. Eso indicaba que no estaban llegando al cáncer cantidades suficientemente significativas como para tener efecto.
Para encarar el problema, se «preacondicionó» a ratones usando una de las d os estrategias en uso en diversas formas de cáncer: bajas dosis de radiacion o una droga de quimioterapia específica. Ambos tratamientos causan desorganización en la médula ósea, el blanco propuesto para los cuerpos T. En respuesta, la médula ósea envía una señal química en peligro al sistema inmunológico. Esta señal no sólo alerta sobre el peligro a células inmunológicas como las células T sino que, también, las asiste para dirigirse hacia el área del problema y atraversar las barreras que pudieran, de otro modo, impedirles llegar al interior del tejido de la médula ósea.
Los ratones tratados con terapias 24 horas antes de haber sido inyectadas con cuerpos I mostraron un significativo descenso en los índices de tumor PSA (indicador de los niveles de cáncer), una reducción en el peso del tumor y una prolongada supervivencia. Debido a que el metodo es promisorio, se esperar llevarlo prontamente a pruebas clínicas.
Fte Cidipal