EP.- Esta decisión supone que Israel se apropie de grandes extensiones de terreno reclamadas por los palestinos para su futuro Estado, incluido Jerusalén este, tradicionalmente árabe, y algunas áreas de Cisjordania.
El negociador palestino, Saeb Erekat, advirtió de que la decisión podría destruir los esfuerzos para recuperar el proceso de paz. «Esto prejuzga y perjudica el resultado del permanente estatus de las negociaciones», añadió.
La decisión se tomó anoche en un encuentro de los ministros del gabinete, que aprobó el trazado final de la barrera que separará Jerusalén de Cisjordania. Israel comenzó a construir el muro de separación en Cisjordania hace dos años, afirmando que su objetivo era prevenir los ataques palestinos y un tercio de su construcción ya está completada.
El segmento de la barrera en Jerusalén también penetrará en la ciudad palestina de Belén, al sur de Jerusalén, para incluir la tumba de Raquel, un templo judío en Belén, según la radio israelí. El segmento de Jerusalén estará completado en seis meses, según esta fuente, y once pasos regularán el acceso a Jerusalén desde Cisjordania.
El viceprimer ministro, Ehud Olmert, que está a cargo del trazado en Jerusalén, declaró a la radio que Maaleh Adumim está incluida en la parte israelí. «¿Tiene alguien la más mínima duda de que Maale Adumim es una parte integral de Israel?», se preguntó Olmert, añadiendo que no espera oposición por parte de Estados Unidos, ya que el presidente norteamericano, George W. Bush, había dado garantías el año pasado de que cualquier acuerdo final de paz tendría que reconocer las realidades demográficas.
Otro viceprimer ministro, Simon Peres, dijo que la decisión sobre Maaleh Adumim todavía no era final. Las discrepancias entre Peres y Olmert no han podido ser explicadas. Olmert dirige el comité ministerial que está elaborando el trazado final del segmento de Jerusalén.