Sergio Rubin. Clarin.-
La polémica que suscitaron las duras criticas del obispo castrense, Antonio Baseotto, al ministro de Salud, Ginés González García, tuvo anoche una inesperada derivación. La DAIA se sumó al pedido del presidente Néstor Kirchner para que El Vaticano remueva al religioso luego de conocer —a través de un artículo periodístico aparecido ayer en un matutino— declaraciones de hace casi una década de Baseotto, que la organización judía considera «profundamente antisemitas y racistas».
La DAIA sentó su firme posición en una carta que le envió ayer al Nuncio Apostólico, monseñor Adriano Bernardini, con copia a Kirchner, González García, al canciller Rafael Bielsa, y al ministro de Defensa, José Pampuro. Y al arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio. La nota, de una carilla, lleva la firma del vicepresidente primero, en ejercicio de la presidencia, Jorge Kirszenbaum, y el secretario general, Julio Toker.
Las declaraciones de Baseotto —reflotadas por Página 12— fueron hechas el 27 de julio de 1986, cuando aún no era obispo, en una columna televisiva en Santiago del Estero. Y suscitaron en aquel momento estupor y una suerte de disculpas del secretariado general del Episcopado. Esos dichos fueron confirmados por la comunidad judía santiagueña.
En aquella ocasión, Baseotto dijo que la mayoría de la comunidad judía se dedica «con mucha habilidad y muchísimas veces con muy pocos principios morales a grandes negocios». Añadió que «no le importa con qué medio se enriquece. Y si la pornografía es buen negocio, vende pornografía. Y si la droga es buen negocio, vende droga, y si para ganar más conviene chantajear, chantajea».
«La nefasta concepción ideológica que da sustento a tales dichos repugna no sólo a la comunidad judía y a todos los hombres y mujeres de bien, sino fundamentalmente a la propia Iglesia Católica, que a través de sus documentos y expresiones de Juan Pablo II, condenó explícitamente las manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y lugar, sea quien sea el que las pronunció», dice la DAIA.
La entidad dice que estas declaraciones se suman «a la violencia verbal expresada respecto del ministro de Salud, lo cual (…) exterioriza una personalidad incapaz de aceptar ideologías diferentes». Consigna que Baseotto también se refirió «en términos prejuiciosos y discriminatorios respecto de la comunidad islámica, hecho que consta en una denuncia formulada al INADI». Por lo cual, «confía en que las autoridades vaticanas lo removerán del cargo que desempeña, ratificando la firme postura del diálogo y respeto interreligioso que la Iglesia lleva adelante y que nuestra comunidad aprecia y respeta».
Baseotto le había advertido a González García, por distribuir preservativos entre los jóvenes ante el sida, que el Evangelio dice que aquellos que escandalizan a los pequeños «merecen que les cuelguen una piedra al cuello y los arrojen al mar».