Itongadol.- Tres medidas adoptadas por Hezbollah tras el final de la guerra con Israel, o el inicio del alto el fuego, tienen connotaciones políticas e insinúan su camino previsible en el futuro.
En primer lugar, el anuncio no oficial del inicio de la reconstrucción después de la guerra, mediante el envío masivo de mensajes a través de WhatsApp a ciudadanos, especialmente a los de las zonas afectadas por el conflicto, muestra su voluntad de pagar indemnizaciones a las familias cuyas casas fueron completamente destruidas, así como para pagar los costos de restauración de las casas golpeadas.
En segundo lugar, el anuncio de la apertura de las puertas de 12 sucursales de la Fundación Al-Qard Al-Hassan, más de veinte de las cuales fueron atacadas por la Fuerza Aérea Israelí en todo el Líbano.
Este es un paso que refleja, por un lado, la capacidad de Hezbollah de cumplir sus compromisos con los depositantes del organismo, y su apuesta de que desempeñará un papel en la rehabilitación.
En tercer lugar, Hezbollah respondió a las violaciones israelíes del acuerdo de alto el fuego disparando cohetes contra Israel, contra las colinas de Kfar Shuba, en una acción que confirma su voluntad de responder, sin ocultar su exigencia al comité de vigilancia. Implementar el acuerdo y poner fin a las violaciones.
En cuanto al primer punto, Hezbollah obliga a aquellos cuyas casas fueron destruidas a reconstruirlas primero y sólo después se comprometen a pagar el costo de la construcción.
Este paso revela su temor de que la gente pida compensación, reciba el dinero y abandone el sur del Líbano pensando que las guerras iniciadas por Hezbollah seguirán en el futuro y que mudarán a otras zonas.