Itongadol.- Los grupos terroristas Hamás y Yihad Islámica Palestina (PIJ, por sus siglas en inglés) habrían rechazado este lunes una propuesta egipcia según la cual Hamás cedería el control de la Franja de Gaza a cambio de un alto el fuego permanente, debido a que no estarían dispuestos a discutir ninguna concesión más allá de la liberación de los rehenes.
«Hamás quiere poner fin a la agresión israelí contra nuestro pueblo, a las masacres y al genocidio, y discutimos con nuestros hermanos egipcios las formas de hacerlo», expresó a Reuters un funcionario de Hamás que visitó recientemente El Cairo.
El mismo funcionario, que prefirió permanecer en el anonimato, agregó: «También dijimos que la ayuda para nuestro pueblo debe continuar, debe aumentar y debe llegar a toda la población del norte y del sur. Después de que cese la agresión y aumente la ayuda estamos dispuestos a discutir el intercambio de prisioneros».
Las tres fases de la propuesta egipcia
La primera fase del plan egipcio, que cuenta con el respaldo de Qatar, consistiría en un alto en los combates de dos semanas, ampliable a tres o cuatro, a cambio de la liberación de 40 rehenes. Israel, por su parte, liberaría a 120 prisioneros de seguridad palestinos de las mismas categorías. Durante este tiempo, cesarían las hostilidades y entraría ayuda humanitaria en Gaza.
En la segunda fase se celebraría una «conversación nacional palestina» patrocinada por Egipto, con el objetivo de poner fin a la división entre las facciones palestinas -principalmente la Autoridad Palestina (AP), dominada por el partido Al Fatah, y Hamás-, para conducir a la formación de un gobierno tecnocrático en Cisjordania y Gaza que supervisaría la reconstrucción de la Franja y allanaría el camino para la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales palestinas.
La tercera fase incluiría un alto el fuego completo, la liberación de los rehenes israelíes restantes, incluyendo los soldados, a cambio de un número por determinar de presos de seguridad palestinos en cárceles israelíes afiliados a Hamás y la PIJ. A cambio, Israel retiraría sus fuerzas de las ciudades del enclave costero y permitiría a los gazatíes desplazados del norte regresar a sus hogares.
La guerra comenzó con la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre, cuando miles de palestinos irrumpieron en Israel matando a unas 1.200 personas y secuestrando a unos 240 rehenes.
En respuesta, el Estado judío lanzó una masiva campaña aérea y una posterior operación terrestre, prometiendo eliminar a Hamás del enclave costero y poner fin a su dominio, minimizando al mismo tiempo las víctimas civiles.
El domingo, los medios de comunicación hebreos afirmaron que las autoridades israelíes no habían rechazado la propuesta en su totalidad.