Itongadol/AJN.- El Comité Ministerial de Legislación aprobó el domingo para su lectura preliminar en la Knesset (Parlamento) un proyecto de ley que tiene como objetivo reorganizar la autoridad nacional oficial para promover la igualdad de género, de una manera que, según los críticos, la privará de su independencia profesional y la someterá a la política partidaria.
Propuesta por el partido de extrema derecha Otzma Yehudit, la legislación reemplazaría la Autoridad para el Avance de la Mujer con un nuevo organismo subordinado a la coalición de gobierno.
Los legisladores de la oposición y el grupo de lobby por los derechos de las mujeres más grande del país criticaron el proyecto de ley y lamentaron que terminara con 25 años de operación independiente por parte de la autoridad actual.
Según los términos del proyecto de ley, se establecerá un nuevo organismo con un título similar, la Autoridad para el Avance de la Mujer en Israel. Su presupuesto y políticas serán controlados por los líderes políticos, quienes podrán nombrar o despedir a su director, informó el lunes el sitio de noticias Walla.
El proyecto de ley también exige la creación de un comité asesor para la nueva autoridad que contará con personal designado por ministros del gobierno. El presidente del comité será seleccionado por la ministra para el Avance de la Mujer y no por el jefe de la autoridad misma, según el informe.
El grupo de derechos de la Red de Mujeres de Israel criticó el proyecto de ley y dijo en un comunicado: “Es impensable que las herramientas legales que han estado operando durante muchos años para reducir las brechas de género, y que se basan en la recomendación del Comité Internacional para la Eliminación de La discriminación contra la mujer, queden absolutamente subordinadas a la cúpula política, sin otorgar autoridad e influencia real a los cargos de mujeres y profesionales”.
El grupo destacó que la ley “perjudicará gravemente el avance de la condición de la mujer en Israel”.
La opositora Meirav Cohen, del partido Yesh Atid, dijo que el proyecto de ley era “un movimiento delirante” que estaba “transfiriendo algunos de los poderes para neutralizar elementos profesionales”.
“Quieren debilitar este importante órgano, como parte de un movimiento general para dañar a las mujeres”, advirtió. “Una autoridad política no luchará por las mujeres, sino que hará solo lo que le diga la coalición”.