Itongadol/AJN.- El acuerdo de coalición entre el Judaísmo Unido de la Torá (UTJ) y el Likud incluiría una cláusula que estipule que los cambios realizados en el statu quo sobre religión y el Estado durante el curso del gobierno, así como las decisiones judiciales, podrán ser modificados en la legislación por la coalición.
También otorgaría tres cargos ministeriales a Shas y uno al UTJ, así como la presidencia del poderoso Comité de Finanzas de la Knesset (Parlamento) y otros dos.
La cláusula es significativa ya que durante el último gobierno tribunales dictaminaron en varias ocasiones sobre temas tales como el acceso a mikves (baños rituales) y cashrut (código alimentario religioso), lo que llevó a legislaciones de los partidos ortodoxos para eludir esas decisiones, al menos una de las cuales se aprobó.
Durante las tres campañas electorales, Azul-Blanco hizo numerosas promesas sobre la reforma del status quo sobre religión y Estado, pero su acuerdo con el Likud no las menciona.
Una cuestión que puede surgir en breve son los nuevos sistemas de transporte público en Shabat que Tel Aviv y otras ciudades del distrito central han operado en los últimos meses a través de vacíos legales.
El acuerdo haría que el saliente ministro de Salud, Yaakov Litzman, se convierta en ministro de Vivienda y Construcción, mientras que Moshe Gafni recuperaría su puesto como titular del Comité de Finanzas, que tiene considerables poderes para dirigir o detener el flujo de fondos estatales.
También tendría un cargo de viceministro, que podría ser en Educación o Transporte y podría ser asumido por el actual, Meir Porush, o Uri Maklev.
Además, UTJ obtendrá durante los primeros 15 meses del nuevo gobierno la presidencia de los comités de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset y de Peticiones Públicas.