Itongadol.- Una fuerte crisis diplomática podría profundizarse en las próximas horas entre los gobiernos de Israel y Rusia por el caso de un hacker ruso que fue detenido hace cinco años en el aeropuerto de Tel Aviv por un pedido de extradición de Estados Unidos.
De acuerdo a lo informado por distintos medios internacionales, las fuerzas de inteligencia rusa estarían presionando para realizar un intercambio entre el hacker y una joven israelí que fue detenida en Rusia con unos gramos de marihuana.
Uno de los protagonistas de esta historia es Aleksey Burkov, quien se definió como un profesional informático nacido en San Petersburgo, que estaba de vacaciones con su novia en Israel en 2015 cuando su vida cambió abruptamente.
En declaraciones al portal de noticias RT, Burkov afirmó que fue » secuestrado» y puesto bajo custodia cuando salía de Israel, y según su versión es «un esquema estándar de los Estados Unidos».
Desde entonces, ha estado recluido en varias cárceles israelíes, sin acceso a atención médica o visitas regulares de sus abogados. Ha pasado un tiempo en confinamiento solitario, y en ocasiones ha sido privado de «comida y agua», siempre de acuerdo al testimonio del informático con pedido de extradición de parte de Estados Unidos.
Sin embargo, los investigadores israelíes explicaron que Burkov enfrenta una orden de Interpol solicitada por la justicia de Estados Unidos, que reclamó su extradición por su presunta participación en ciberataques y fraude en la red informática.
El informático aseguró -según RT- que “no” tiene nada que ver con estos delitos que le imputa Estados Unidos.
Diplomáticos rusos que intentan ayudarlo dicen que su situación se está agravando. Israel aún no ha formado un gobierno de coalición, lo que pone en peligro el destino de Burkov.
Mientras tanto, la familia de Burkov sugirió que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia negocie un intercambio de prisioneros entre los dos países.
Por eso surgió la posibilidad de que Burkov sea intercambiado por Naama Issachar, una israelí-estadounidense de 25 años que fue detenida en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú después de que la encontraron con nueve gramos de cannabis.
Israel rechazó las repetidas ofertas rusas para un intercambio de prisioneros que permitiría a Moscú liberar a una mujer israelí acusada de contrabando de drogas a cambio de la liberación del hacker ruso, informó The Times of Israel.
La noticia se conoció en momentos que se espera un veredicto en el juicio a Naama Issachar en Moscú, donde los fiscales pidieron una sentencia de ocho años de prisión.
La mujer israelí ya lleva más de seis meses detenida en Moscú bajo sospecha de contrabando de drogas después de que se encontró marihuana en su bolso durante una escala en Rusia para un vuelo de conexión.
Según trascendió en la prensa israelí, la propuesta sobre un posible intercambio se trató en las recientes conversaciones entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente ruso Vladimir Putin.
Pero el acuerdo nunca se llevó a cabo porque Israel ya había comenzado el proceso oficial de extradición y tampoco quería una crisis diplomática con Estados Unidos.
Isacar regresaba de un viaje a la India en abril y se detuvo en el aeropuerto de Moscú para tomar un vuelo de conexión a Tel Aviv. Mientras su mochila se movía a lo largo de una cinta transportadora, un perro rastreador de la policía lo identificó como sospechoso. Las autoridades registraron la bolsa y encontraron la marihuana envuelta en plástico, oculta dentro de una bolsa de artículos de tocador.
Issachar no negó que había 7 gramos de marihuana en su bolso, pero ha afirmado que no tenía intención de cruzar el control fronterizo ruso y, por lo tanto, no es una contrabandista, según un informe de Haaretz.
Un simple cargo de posesión de drogas conllevaría una sentencia de meses en prisión como máximo, mientras que el contrabando de drogas puede ser castigado con hasta 10 años tras las rejas.
Los fiscales sostuvieron que debido a que la bolsa de Isacar entró en el espacio aéreo ruso con las drogas dentro, sus acciones deberían considerarse contrabando.