Itongadol.- A pocos días de concluir su cadencia como presidente de KKL Argentina, Danny Lew, mantuvo una entrevista con ItonGadol para analizar la situación de Israel en la guerra con Hamás y destacar la enorme tarea que realiza la organización que lidera para brindar ayuda al Estado judío.
“El KKL desde hace muchos años viene trabajando fuerte en toda la zona afectada por Hamás. Desde Argentina hemos donado plazas de juego, hemos hecho senderos, hemos hecho grandes aportes a la escuela, a la Ieshivá. En Sderot el KKL ya inauguró un gran gimnasio, que en realidad es un gran refugio, para que los chicos estén con sus madres ahí adentro, tranquilos de que el lugar de por sí los está cuidando. Conocemos muy bien la zona, hemos conocido muy bien a las personas que vivían allí. Por eso recibir fotos hoy viendo cómo quedaron las casas, los kibutzim, obviamente nos afecta muchísimo más”, manifestó.
“Seguimos trabajando para instalar más refugios. En cada parada de colectivo, en cada parque de juegos tiene que haber un refugio. También es necesario donar más ambulancias”, agregó.
-¿Cómo están transitando la cuestión de la guerra aquí en Argentina desde el KKL?
-Por un lado, cada uno de nosotros conocemos o tenemos familia directa, un papá un hermano, un primo, un amigo… todos conocemos a alguien que está allá, todos conocemos a Itzik Horn, todos conocemos a Moshé Korin. A todos nos duele lo que nos pasó y lo vivimos en primera persona. Es muy cercano. Sumado al amor eterno que tenemos por Israel y por nuestros hermanos en Israel, en este caso hay muchos argentinos. Las comunidades golpeadas son mayormente sudamericanas y todos conocemos en primera persona, con lo cual, el shock fue muy grande. Creo que todavía no nos recuperamos. La angustia, la incertidumbre, faltan palabras para poder describir lo que nos pasó a cada uno nosotros en lo individual en el primer momento. Por supuesto que nos pusimos inmediatamente a disposición de la embajada, de las otras instituciones y acompañamos la gran movilización hecha en Buenos Aires. No sé si alguna vez la comunidad judía argentina logró organizarse tan rápido para salir a manifestar su dolor. En el KKL lanzamos enseguida las campañas de ayuda.
-Cuando habla de la cantidad de argentinos que estuvieron involucrados, ¿la gente ayuda por el hecho de que hay argentinos involucrados o el KKL es la señal para colaborar más allá de la cantidad de argentinos?
-El que haya tantos argentinos involucrados, secuestrados, asesinados, creo que es un condimento más para sentirlo en primera persona. Pero el KKL ya viene trabajando hace muchos años con las comunidades del sur, la periferia de Gaza. Siempre hablamos de los árboles, siempre hablamos del agua, de prevención de incendios, pero la misión fundamental del KKL fue la de construir el Estado, preparar la tierra, construir los primeros kibutzim y eso sigue hoy. En cada nuevo poblado, cada nueva ciudad está el KKL involucrado y hay un trabajo muy fuerte ayudando a las zonas más vulnerables. Y en Israel cuando hablás de vulnerabilidad, no hablás tanto de lo económico, sino más que nada en la seguridad. Por eso el KKL desde hace muchos años viene trabajando fuerte en toda la periferia de Gaza. En cada viaje que hicimos con el KKL fuimos a conocer a la gente de Kerem Shalom. La pared que tienen donde termina Kerem Shalom, ahí empieza Gaza. Muchas veces fuimos a compartir momentos con la gente de Jalutza, a 5 kilómetros de Gaza, dos kilómetros de Egipto. Conocemos muy bien la zona, hemos conocido muy bien a las personas que vivían allí.
-Además han hecho cosas en la zona, no solamente fue conocer a la gente.
-Desde Argentina hemos donado plazas de juego, hemos hecho senderos, hemos hecho grandes aportes a la escuela, a la Ieshivá. Y recibir fotos hoy de toda la zona viendo cómo quedaron las casas, los kibutzim, viendo lo que pasó con las personas ahí, eso obviamente afecta muchísimo más. En Sderot el KKL ya inauguró un gran gimnasio, que en realidad es un gran refugio. Sderot es la ciudad de los 10 segundos, que es el tiempo que tienen para ir al refugio, lo cual es muy difícil. El KKL hace este gran gimnasio para que los chicos estén con sus madres ahí adentro, haciendo deporte, jugando en una plaza blanda, tranquilos de que el lugar de por sí los está cuidando. Esto se inauguró hace un año atrás. Y al principio de este año, la presidenta mundial del KKL colocó la piedra fundamental del Centro de Resiliencia de Sderot, un nuevo proyecto del KKL para ayudar a la sociedad a sobrepasar lo que era la cuestión habitual de que cada tantos meses caían misiles en Sderot. Por supuesto que la situación actual sobrepasa enormemente todo lo que estoy contando. Una satisfacción quizás fue ver el 8 de octubre en la televisión israelí a los intendentes de la periferia de Gaza diciendo “lo que pasó fue terrible, hoy por suerte, ya llegó el gobierno y ya llegó el KKL”. Enseguida el KKL estuvo presente para ayudar, para evacuar a la gente, trasladarlos a los centros educativos de KKL. Ahí se hace un trabajo fundamental con los chicos para, con distintas actividades tratar de que sobrepasen esta situación de la manera más simple posible. El staff profesional y voluntario de KKL acudió al sur a ayudar a los agricultores en la zona para seguir levantando cosechas, para seguir preparando, porque el país tiene que seguir. Hubo mucho voluntariado. Y en todo el mundo, en toda Latinoamérica y en Argentina, se vio una reacción inmediata y muy fuerte de toda la comunidad apoyando el trabajo que se está haciendo. Nosotros habíamos puesto el objetivo de donar una ambulancia de alta complejidad y 10 refugios nuevos a los que ya venimos donando. Y hoy ya hemos donado y entregado dos ambulancias de alta complejidad desde Argentina y 30 refugios como parte de las 20 ambulancias y decenas de refugios que KKL en Latinoamérica ya donó y ya entregó.
-Entonces la comunidad judía argentina ha dado una pronta respuesta a las necesidades que tiene el Estado de Israel en la guerra o post atentado y que quieren KKL ha tenido un éxito importante en el trabajo.
-La comunidad argentina nos acompañó, confió en que KKL era el medio por el cual todas las donaciones recibidas realmente se van a materializar y así lo hemos demostrado. Y acá hay algo que nos dijo hace muchos años Hernán Felman, y es que el KKL es la única organización del pueblo judío que permite que cualquier persona de cualquier lugar del mundo pueda ser parte de esta construcción, de ayuda a nuestros hermanos en Israel. Cualquier judío del mundo que alguna vez puso un billete en una pushke, la alcancía de KKL, ya fue parte.
-Hay mucha gente que ha colaborado y hay mucha gente que no sabe cómo hacerlo, ¿cómo fue el funcionamiento para aquel que sabía y para aquellos que dicen cómo hago?
-Tuvimos apoyo de todas las comunidades del país y todas las redes de KKL Federal se movilizaron para permitir que todas las comunidades judías del país puedan aportar. Por un lado, nuestra campaña en redes fue muy importante, para llegar a todos lados, y además salimos a hacer actividades en todo el país. La semana pasada estuve en Salta y Tucumán, antes estuvimos en Córdoba, en Posadas, en Mendoza, Rosario y seguimos visitando más y más comunidades de nuestro país. En cada lugar hemos tenido gente donde hay grandes donantes, pero sobre todo cada integrante de la comunidad se acercó con la donación que pudo, y de esa manera pudimos sumar a miles y miles de judíos de la Argentina a esta campaña.
-¿Hubo personas por fuera de la comunidad que han entendido que era un momento para colaborar?
-Sí, realmente fuera de la comunidad judía tenemos muchos grandes amigos. La iglesia evangélica, la iglesia mormona, también la Iglesia Católica. Hace muchos años venimos trabajando con ellos en el diálogo interreligioso y en este momento hemos recibido realmente muchas demostraciones de afecto de parte de ellos. Hicimos un acto en Plaza Israel, donde invitamos a todas estas colectividades, a todos los representantes de los distintos credos que nos acompañan. Hubo unas 400 personas, donde cada uno pudo colaborar según su fe. Se vieron grandes muestras de afecto a nuestro pueblo, grandes muestras de solidaridad. Y muchas de ellas realizaron también campañas de recaudación, que se sumaron y fueron parte. Esto viene desde hace tiempo, varias iglesias donaron bosques en Israel en los últimos años. Realmente hay una hermandad de muchos años.
-¿El refugio sigue siendo lo más requerido?
-Seguimos trabajando para instalar más refugios. En cada parada de colectivo, en cada parque de juegos tiene que haber un refugio, porque si un misil llega a ser disparado, hay pocos segundos, en algunos lugares son solo 10 segundos para meterse en un refugio y salvarse de un misil que está en viaje buscando a su víctima. Es necesario tener más ambulancias y estaremos sobre todo enfocándonos en la donación de refugios.